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Halloween 2024 en PortAventura: Lo mismo de siempre

 


Esta mañana nuestro "european destination resort" favorito ha desvelado sus planes para la ya inminente celebración de la temporada de Halloween. Unas celebraciones que han suscitado grandes preocupaciones y especulaciones en redes sociales durante las últimas semanas. 




(Más) recortes presupuestarios, carencias organizativas, la inexistencias de la figura de un director artístico y un más que notable retraso en los plazos hacían a este halloween 2024 una verdadera incógnita entre los fans. Con los datos oficiales en mano, me aventuro a decir que no será ni mejor ni peor, sino más de lo mismo que viene ofreciendo el parque desde hace más de dos años. En definitiva, una fórmula agotada, inmovilista y vendida a lo políticamente correcto "familiar y blanco" que desmerece los estándares que debería cumplir un resort a la altura de PortAventura World. 



Con el paso de las temporadas las mayores potencias parqueriles de Europa han desarrollado estrategias para vender productos diferenciados capaces de atraer a públicos diversos a esta temporada. Europa Park, como muchos otros, desarrolla una oferta familiar y apta para todos los públicos durante el día, mientras que organiza eventos de terror extremo nocturnos bajo estándares de dirección artística al más alto nivel destinados a adolescentes y adultos. Ciertamente consiguen hacer caja con esto, pero cuando se ofrece un producto cerrado, pensado y de calidad lo lógico es que el público responda. El caso alemán está en constante evolución, comenzaron con unas Halloween Horror Nights que fueron durante muchos años referentes en Europa. Cuando este concepto comenzó a mostrar síntomas de caducidad, crearon un universo completamente nuevo llamado Traumatica. Este concepto creativo ha ido evolucionando a lo largo de los años como si de sucesivas secuelas de películas de terror se tratara, manteniendo el interés de los fans en un producto en evolución. Este año es también el turno de Walibi Belgium, que tras 25 años de exitoso Halloween creará un evento completamente nuevo llamado Ibilaw. El caso del "parco" de la Costa Daurada es bien distinto. Sigue abonado a una suerte de día de la marmota sin aprovechar el gran potencial que podría dar de sí.




Lo cierto es que el pensamiento corporativo del resort ha seguido la senda de las creencias de otro "grande" como Paolo Vasile: "si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?". Al igual que el jefazo de Mediaset mantuvo durante 25 años el skyline de Singapur en Informativos Telecinco, PortAventura no ve la necesidad de apostar por un modelo diferente de Halloween mientras que el público responda. Recordemos una época, cada vez más inexplicablemente dicho sea de paso, especialmente exitosa en cifras que consigue prácticamente colgar el cartel de completo en los parques. No importa cuan repetidos sean los espectáculos, la dudosa gestión del volumen de visitantes o el exponencial atraco a mano armada que supone costear la entrada a los manidísimos pasajes del terror, visitar PortAventura en Halloween sigue siendo el sueño húmedo de las familias de clase media de nuestro país. 




El quid de la cuestión no es solo la repetitiva, conservadurista y dudosa oferta teniendo en cuenta el parque del que se trata. Este Halloween estará también marcado por más recortes horarios en un afán de exprimir al máximo los beneficios económicos en un año que como muchos dicen, no está siendo de lo más boyante en números. Durante los primeros sábados de la temporada el parque madre cerrará a las 20h sus puertas, cuando aún no ha caído siquiera el sol, aprovechando probablemente que el pasaje nocturno estrella, La Isla Maldita, no abrirá sus puertas hasta el 5 de octubre.




La "gran novedad" de la temporada es el pasaje Angkor, La Leyenda del Rey Canibal. Ubicado en las colas y en las inmediaciones de la splash battle Angkor el pasaje se adentrará en una expedición clandestina en las entrañas de un peligroso templo donde dicen habitar el llamado "Rey Canibal" y su ejército de monos. No me gusta sentenciar un producto antes de verlo en acción, pero el poco tiempo que el equipo creativo dispondrá para el montaje (Angkor sigue abierto y el pasaje se estrena en menos de un mes), el concepto de "pasaje del terror al aire libre pero a la luz del día" y antecedentes previos nada halagüeños no me hacen presagiar nada bueno. Suponemos, desde aquí, que en los 6 "espectaculares escenarios" que promete el pasaje no faltarán las telas negras, las redes de camuflaje, lanzallamas, barriles donde de metal listos para ser golpeados, motosierras y retales por doquier. Y es que da igual la temática que tenga un pasaje en el parque, el diseño de todos parece estar cortado por un mismo patrón de dudosa calidad donde la dirección artística hace aguas por los cuatro costados. No hay storytelling, los actores no saben qué otra cosa hacer además de golpear barriles y berrear como verduleras al paso de los visitantes. Parecen creados por el mismísimo ChatGPT. El precio de la novedad, para los que quieran probarla, será de 8 euros.




A rasgos generales los pasajes de PortAventura actúan igual que las hamburguesas de los locales de comida rápida que inundan las principales ciudades del mundo. Están edulcorados en un envoltorio fastuoso que los posiciona como un producto llamativo, atractivo y diseñado para impresionar. "El más grande", "el más largo", "el único", "el más", "skyjets", "fuego". Una vez dentro, te das cuenta de que indigestan y se hacen bola... y que su preparación deja mucho que desear. Así funciona por ejemplo "La Isla Maldita", que pese al marekting y las cifras desorbitadas tiene un problema de carencia identitaria muy importante. Rápidamente transitas de una zona de cuarentena zombie a un hospital psiquiátrico repleto de zombies, todo supuestamente en una isla caribeña. Por descontado, al igual que ocurre en los llamativos restaurantes cazaturistas de la Rue Des Bouchers de Bruselas, cuando uno se da cuenta de la inflada cuenta pagada por comida de tan poca calidad, es demasiado tarde.



El gran Expediente X del Halloween de este año es la vuelta, por onceava temporada consecutiva, del quemadísimo pasaje REC Experience en las colas del difunto Sea Odyssey. Todavía habrá quien desembolse 7 euros para vivir la experiencia de pasear entre telas negras, barriles y varios zombies de una franquicia de tercera clase que hace ya más de diez años que desapareció del imaginario colectivo de los españoles. Ya es hora de retirar el pasaje y darle un uso adecuado a un especio que debería tener relevancia prioritaria en el futuro próximo del resort.



El soplo de aire fresco positivo de este año en cuanto a oferta de terror se refiere es la recién inagurada experiencia de terror mixta Hysteria En Boothill. Por primera vez en bastante hemos presenciado la inclusión de una novedad menor temáticamente coherente al área y bien ejecutada, con el aliciente además de jubilar al octogenario Horror In Texas. Las reseñas que están llegando son razonablemente buenas y las imágenes que se ven del interior perfilan un trabajo de theming y dirección artística muy superior a lo que el resort nos tiene acostumbrados. La fachada, por cierto, queda muy integrada y denota buen gusto respecto a lo que había antes. Circula por ahí que podría haber sido la obra póstuma de último servicio del ya antiguo director de operaciones Frédéric Boulva, no me extrañaría.





Si o que ibas buscando era un simple post informativo de los horarios, fechas, shows y pasajes, ¡lo siento! Supongo que llegado a este punto te habrás dado cuenta de que no era la intención. Te invito a informarte de todo en la web oficial del parque que podrá ayudarte mucho más. 


¡Hasta pronto!