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SOBRE EL AUTOR

 


Si has llegado hasta aquí seguramente querrás conocer algo más sobre mí, la figura que se esconde tras los vídeos y las líneas de "Perdidos En La Odisea".


Me llamo Fernando Nicolás ("Fer" para cualquiera que me conozca personalmente), tengo 21 años y soy de Alicante. Los parques temáticos han sido desde que tengo uso de razón un refugio muy importante en mi vida. Comencé muy pequeño, con solo 3 años. Me sentía atraído por las luces, el movimiento, la oportunidad de conocer nuevos mundos y sentir emociones nuevas para mí. Tuve suerte de tener un padre informático en una época en la que el uso generalizado de internet no estaba sobre la mesa. Muy pocos hogares contaban con un ordenador y no todos los niños de mi edad podían acceder a la información con la facilidad con la que yo lo hacía. Me sentaba en su regazo, observaba con firmeza la pantalla y pasaba tardes enteras alfabetizándome en un universo que tantos años después sigue siendo mi casa. A la orden de “pasa página web” mi padre clicaba el ratón y me llevaba por un nuevo video de Coaster Force o por una nueva web de algún parque temático. Probablemente saltó la chispa cuando visité por primera vez Terra Mítica. No sabría decir el año exacto, probablemente no guardo consciencia de ello. Lo que sí recuerdo con seguridad es la emoción que recorría mi cuerpo cada vez que cruzaba el pórtico de entrada de Egipto. Era el salvoconducto a un día alejado de la realidad, recorriendo mundos lejanos y viviendo nuevas aventuras extraordinarias. Para mí los parques no son solo una forma de recorrer nuevos universos, sino una forma de compartir y vivir momentos inolvidables con los seres queridos. Más de tres lustros después sigo decidido a ampliar mis fronteras y seguir descubriendo parques temáticos de todo el globo.





Llegó un momento en el que la información que me ofrecían las webs de los parques españolas se quedaba corta. Al poco tiempo descubrí PKTK (Parke Tematiko). Entendí que esa pasión tan extraña que corría por mis venas era compartida por otros internautas como yo en busca de nuevos mundos y emociones. Conocí así una de las comunidades pioneras en español de entusiastas de parques temáticos. Desde el escritorio de mi habitación miraba con envidia las aventuras de aquellos que cruzaban las fronteras para conocer mundo y los secretos de parques de todo el globo. Aún desde la distancia, se abría un nuevo universo para mí. Descubría que esta afición tenía mucho más para ofrecer que el Terra Mítica, el PortAventura o el Parque Warner que ya conocía. Navegar por PKTK me ayudó a su vez a curtirme en algunos aspectos básicos del mundo de los parques… conocer qué era un looping, un lift, el famoso y ansiado airtime que tantas pasiones levantaba en las reviews de las coasters más extremas. 




Pronto descubrí que el mundo de los parques no era inmutable. Incluso dentro del panorama español cada año habían cambios, incorporaciones y novedades. Se trataba de un universo infinito, que se renovaba y reciclaba constantemente y valía la pena seguir de cerca. Vivía con ilusión cada mes de septiembre, momento en el que los parques anunciaban sus novedades para la temporada de Halloween, mi favorita del año. No llegué a tiempo para vivir el despertar del halloween nacional con la época dorada de Universal en PortAventura. La Hacienda Encantada, El Hotel Burn, La Mina Del Diablo con la zona de talleres a pleno rendimiento… en definitiva, hitos que permanecen en el imaginario colectivo de los amantes de los parques españoles que me permitían pensar, mirar hacia atrás y entender el presente. Seguía las novedades en el mítico Achus!, en los foros de Pafans o en el ya difunto foro de Capte. Aunque mi sueño y propósito fuera poder vivirlas en primera persona, muchas veces me conformaba con hacerlo a través de la pantalla mediante videos on ride o derivados.


Paralelamente empecé a construir por mi mismo. Me hice asiduo al dibujo y comencé a materializar mis propias creaciones con hojas y tinta. Al principio eran algo rudimentarias, pero con el tiempo las fui perfeccionando. A día de hoy los cajones de mi cuarto acumulan montañas y montañas de cientos de dibujos. Comencé muy pequeño, en la escuela. Recuerdo la bronca de mi profesora de los 5 años cuando me salí de los patrones de la hoja para colorear que me dio para hacer un boceto de Río Bravo de Parque Warner. “¿Qué son todos estos rayajos?” Me dijo. Esta pequeña anécdota no me frustró y seguí dibujando por muchos años. Eran tiempos donde todavía no existía Planet Coaster. Había otros simuladores de creación de parques como Roller Coaster Tycoon, pero la calidez del folio y la tinta llenaba mis tardes de felicidad.


Yo en mi viaje a Disneyland París en 2025


Mi forma de disfrutar parques es algo particular. Siguen pasando los años y las grandes alturas, inversiones y fuerzas G se me siguen haciendo bola. Las atracciones más extremas no son mi prioridad ni mi forma de concebir la afición. Podríamos decir que los loopings, las grandes alturas y yo aún estamos en proceso de hacernos amigos. Soy, en cambio, un gran asiduo de la tematización, del storytelling y la dirección artística. Veo en los parques un gran canal a través del que emocionar y contar historias. Me defino también como un nostálgico. Me encantan las rides old school, explorar el pasado y conocer el contexto, el trasfondo y la historia de cada atracción. Ese espíritu será precisamente el que construya este proyecto, Perdidos En La Odisea.