Comenzamos la tira regular de artículos de “Perdidos En La Odisea” analizando los entresijos de todo un clásico nacional, El Laberinto del Minotauro. Una dark ride de bandera, fruto de los años dorados de la dirección artística de los parques temáticos en el ámbito nacional e icono entre entendidos durante años. Hoy haremos una radiografía exhaustiva a la gestación, funcionamiento y entresijos de la que todavía a día hoy se mantiene como una de las atracciones de recorrido más brillantes del mundo.
No quería perder la oportunidad de comenzar este recorrido en busca de clásicos parqueristas del globo sin pararme a analizar a uno que conozco muy de cerca. Los secretos que las murallas del palacio de Cnosos guardan desde la inauguración de Terra Mítica, mi homepark, me dieron otra visión distinta de concebir los parques temáticos desde que era bien pequeño. Y sí, la atracción no cuenta con grandes pantallas, animatronics punteros y otros recursos punteros que usan dark rides de última generación, pero es precisamente su esencia teatral e intimista la que le da su encanto tan especial.
No se trata de una tarea fácil ni mucho menos breve, ya que los secretos, curiosidades y anécdotas que guarda El Laberinto Del Minotauro son muchos y complejos. Es por ello que dividiremos este viaje en dos capítulos distintos en los que entenderemos el valor temático y artístico de la dark ride desde su más amplia dimensión. ¿Me acompañais?
Pero no adelantemos acontecimientos. Comencemos por el principio, entendiendo el hilo conductor de la atracción sacado de la web de Sally Corporation:
“Recreando la antigua leyenda de Teseo, los visitantes se embarcan en un increíble viaje al corazón del laberinto donde el Minotauro, una criatura feroz, mitad hombre, mitad toro, mantiene en cautiverio a las doncellas más bellas de Creta. Tu misión será embarcarte en una aventura para destruir al malvado minotauro y poner fin a las torturas perpetradas dentro de este inhóspito lugar. Los pasajeros subirán a carros armados con ballestas mágicas. Una vez dentro del enorme laberinto, se enfrentan a una variedad aparentemente interminable de criaturas aterradoras, trampas y peligros: ataques de hidras de siete cabezas y catorce pies de altura que gritan; una hueste de centauros feroces; una banda de bandidos de dos cabezas; un monstruoso perro guardián de tres cabezas; un enorme león metálico; bandadas de pterodáctilos buceadores y arpías feroces. Hay muchas sorpresas a lo largo del Laberinto del Minotauro, entre ellas ser expulsado de la atracción en ciertos puntos si no has acertado suficientes golpes y, en la cámara final, encontrarte cara a cara con ninguno. , sino seis Minotauros de 12 pies de altura. ¿Cuál es real? Es imposible saberlo hasta que uno de ellos se tambalea... ¡hacia ti! También hay un dragón de treinta y ocho pies (24,4 metros) de largo que escupe fuego y humo, que acecha, con el pecho palpitante y la cabeza oculta, hasta el momento de la sorpresa.”
El encargo de El Laberinto del Minotauro constituía toda una revolución tecnológica en nuestro país. Se trataba, de hecho, de uno de los buques insignia de Terra Mítica durante su concepción y posterior materialización. El ambicioso diseño del parque puso énfasis en la creación de vanguardistas atracciones de recorrido que escenificarían distintos episodios históricos de una forma nunca antes vista en nuestro país. El Misterio de Keops, El Rescate de Ulises o Las Sorpresas de los Dioses pusieron el foco en la narración visual en detrimento de grandes movimientos o fuertes aceleraciones. Muchas de estas dark rides no satisficieron las expectativas de un perfil de visitante potencial que no acababa de entender el concepto de parque temático desde una perspectiva pedagógica. Primaba la búsqueda de emociones fuertes, flats cargadas de fuerzas G y mastodontes de hierro y loopings a imagen y semejanza del ya mítico Dragon Khan. De esta forma, el visitante medio se mostraba insatisfecho ante una colección de rides y shows vendida a la historia y a un target familiar. Recordemos, de hecho, que el único aliciente para thrillseekers que tenía Terra Mítica el año de su apertura era Magnus Colossus, convertida rápidamente en icono del parque. Otras incorporaciones como Synkope, Tizona o Inferno no aterrizarían hasta años después.
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Imagen: Mariel Soria via Marc Anglès |
Pero no nos engañemos, el fracaso de casi todas estas atracciones de recorrido no se debió exclusivamente al escaso entendimiento entre público y didáctica cultural. Muchas de ellas tuvieron graves fallos durante su diseño y conceptualización que provocaron que el mensaje no llegara de la forma correcta. Sobre el papel, todas ellas tenían guiones descriptivos brillantes y milimétricos, pero en un contexto real los formatos elegidos no llegaron a ser atractivos para el público. Aunque la tónica general fue esa, El Laberinto del Minotauro demostró saber equilibrar rigor histórico y un producto llamativo y entretenido. Nacía así todo un éxito de público y crítica en un parque con más luces que sombras.
La experiencia del visitante desde que entra a las colas de la dark ride hasta que sale es simplemente mágica.
“Una majestuosa edificación que representa la fachada del Palacio de Cnosos en Creta da la bienvenida al intrépido visitante que reúne el valor suficiente para luchar contra el temido minotauro. Es un edificio de varias alturas… imponente, pero sumamente estético gracias a sus colores tenues, la maleza que cuelga desde varios soportales y las columnas que sujetan su techo. Se hace difícil pensar que un templo tan agradable a la vista pueda guardar bajo llave los horrores que narra el mito cretense del laberinto del minotauro.
Tras cruzar el imponente pórtico de entrada, comienza el recorrido de colas entre columnas, frescos de pared y un entramado de estancias semiabiertas. Hasta este punto, la música que reproducen los altavoces escondidos entre los maceteros de los jardines es dulce y armoniosa. Poco a poco, vamos penetrando en las entrañas del palacio. La atmósfera se carga paulatinamente y la tensión va en aumento. Conforme nos adentramos,la luz penetra con más dificultad y la música se hace más lúgubre y tétrica. Seguimos serpenteando entre salas porticadas, serpenteantes pasillos y escultural. En este momento, una voz omnipresente nos sobrecoge con un mensaje: “Seis… Unidos de seis en seis… Buscad compañeros… Seis serán los que venzan al monstruo…”.
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Imagen: Equipo 01 |
Tras recorrer un largo pasillo, pasamos a una nueva sala, esta vez ya sumida en la más completa oscuridad. Mientras continuamos el recorrido a pie, vemos una vitrina que guarda en su interior a un guerrero con una pistola. El individuo destila una apariencia siniestra, pero parece querer ayudarnos a vencer al minotauro mediante unos consejos simples. El aventurero encapuchado, cuya barba canosa y rostro arrugado dejan entrever una avanzada edad, empuña su ballesta con fuerza. El arma apunta hacia una pequeña criatura mitológica que emana de la oscuridad. Tras el disparo, la agónica fiera vuelve a su refugio. Solo con nuestro valor y las ballestas de nuestro carruaje podremos escapar airosos de las garras del minotauro y de las criaturas que habitan en el inhóspito laberinto.
Conseguimos salir de esa estancia y llegamos a una gran sala luminosa. Se trata del apeadero donde nos embarcaremos en nuestros vehículos para iniciar la aventura. ¿Qué secretos aguardará el laberinto? Lo cierto es que la riqueza de la sala no haría presagiar ni al más desconfiado de los tripulantes de las oscuras leyendas que se suceden sobre el temido viaje. Del techo cuelgan suntuosas lámparas de fuego que iluminan los bellos frescos que adornan las paredes. No obstante, no es momento de recabar en la belleza de la estancia, sino de tomar uno de los carruajes que nos llevarán al interior del laberinto.
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Imagen: Iberia Village |
Ya distribuidas en dos filas de tres personas, el carro avanza lentamente hasta detenerse frente a una gran puerta de madera cerrada herméticamente. En el techo hay una especie de murciélagos con una diana verde. Estos objetivos nos invitan a empuñar nuestras ballestas y comenzar a tirar al blanco, a sabiendas de que hasta que no crucemos el umbral del laberinto de nada servirá enfrentarnos a cualquier clase de criatura. Los marcadores luminosos dispuestos frente a cada uno de los pasajeros del vehículo nos insinúan que iremos sumando puntuación conforme logremos deshacernos del mayor número de enemigos.
Las puertas finalmente se abren y avanzamos lentamente por lo que parece un sinuoso jardín con una densa vegetación. La nocturnidad de la noche, la humedad y el sonido de varias aves y anfibios nos indican que estamos entrando a una ciénaga. Pese a la calma tensa que se respira en el ambiente, la poca visibilidad del camino no nos hace aventurar ningún peligro aparente. Es solo cuando nuestro carro logra hacerse paso en la oscuridad unos metros más adelante cuando decenas de hidras, criaturas mitológicas mitad serpiente mitad dragón, se abalanzan hacia nuestras cabezas. Es el punto de no retorno de una aventura frenética en busca del minotauro que comienza en ese momento. Pasadizos imposibles, montañas, valles y templos escondían un sinfín de especímenes horribles que cobraban vida para dificultar nuestra misión. Serpientes, dragones, leones, aves depredadoras, brujas… cada estancia de ese maquiavélico entramado de túneles y pasillos escondía obstáculos cada vez más difíciles de sortear.
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Imagen: nini2000 |
Finalmente, exhaustos y abatidos ante los horrores que han visto nuestros ojos, conseguimos llegar al objetivo final. Por fin, tras angustiosos minutos que han parecido horas, nos enfrentaremos cara a cara al minotauro. Entramos a una sala hexagonal con columnas de piedra que sostienen un techo situado a gran altura. Una vez en el centro de la estancia, nuestro carruaje pierde el control, girando en busca del temido monstruo al que tanto ansiabamos derrotar. Por fin, el minotauro se levanta hacia nuestra mirada. Su rostro era terrorífico; amenazante con abalanzarse hacia nuestro vehículo y cobrar venganza por atrevernos a retarle. Sin embargo; las consecuencias fatales de una posible derrota no nos hacen acobardamos y al unísono, empuñamos nuestras ballestas. Con puntería y precisión, logramos al fin herir a la bestia, que entre aullidos agónicos volvía a las oscuras profundidades de las que nunca debería haber salido. Creta no volvería nunca más a estar bajo los designios de esa criatura.
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El animatronic del minotauro en primera persona (Imagen: devianart) |
Victoriosos y satisfechos con la expedición, desembarcamos en la misma estancia en la que empezamos la aventura a lomos de nuestros carruajes. Comentando la gloriosa batalla, los aventureros que habíamos logrado derrotar al minotauro volvimos a poner los pies en Terra Mítica. Todavía confusos por lo que acababa de pasar, acordamos que lo vivido dentro de las paredes de ese laberinto nos uniría para siempre.”
TEATRO, TEATRO, TAN SOLO TEATRO
Tras esta improvisada y poética línea argumental del Laberinto del Minotauro, no cabe duda de que estamos ante una atracción nutrida por un más que hilado y estudiado storytelling. Al contrario que en muchos otros fallidos proyectos del parque, la comprensión de la historia por parte del visitante se conjuga a la perfección con un concepto de ride visualmente espectacular y bien ejecutado. Para muestra, un botón: os animo a leer el detallado guión descriptivo de la ride que elaboró Global TLA durante su fase de diseño y que hoy tenemos gracias a Emilio Tramullas y vía El Blog de Benic. El rigor y el mimo a la hora de traer a la vida la mítica historia de Teseo son una masterclass de dirección artística.
Se trata de una dark ride adscrita a un modelo ya caduco que difícilmente podría ser concebida dentro del catálogo de ningún fabricante. Laberinto del Minotauro está lejos de la inmersión que podemos encontrar en dark rides de última generación que están incorporando Disney o Universal a la oferta de sus parques, pero juega en una liga distinta que difícilmente la industria algún día recuperará.
El primer aspecto que me resulta muy interesante de la configuración de la ride es el magistral uso de su ambientación a través de recursos teatrales básicos. Mientras que otras dark rides más contemporáneas nos ofrecen experiencias realísticas e inmersivas llenas de estímulos rápidos a menudo difíciles de digerir, Laberinto pone sobre la mesa un concepto más orgánico que deja espacio a la reflexión individual. La cuidada iluminación, los movimientos de la góndola, una milimétrica banda sonora y un atrezzo inmersivo hasta la extenuación bastan para transmitir un mensaje. No hay pantallas, ni gafas 3D, tampoco movimientos abruptos ni aceleraciones. Sin embargo, el camino hasta el minotauro está cargado de verdad.
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Los Doombugies de Phantom Manor muestran un modelo de dark ride más industrializado, capaz de absorber a miles y miles de personas cada hora (Wikipedia) |
Otro de los grandes méritos de Laberinto del Minotauro es la completa personalización que tiene la experiencia de cara al visitante. No estamos ante una dark ride comepersonas diseñada para un parque que requiere de altas capacidades horarias. Las puertas de madera herméticas que marcan el inicio del recorrido se abren y cierran para que cada vehículo tenga una secuencia escénica completamente centrada en él. Aquí, las escenas no funcionan con una narrativa audiovisual en bucle que se repite indiscriminadamente con el paso de las góndolas. La entrada de cada carruaje activa mediante sensores una secuencia de movimientos y sonidos especialmente creada para que el mensaje que se transmite tenga un sentido completo. Cada habitación representa una escena completamente delimitada de la historia, normalmente centrada en una sola criatura o animatronic. La calidad de éstos no es en muchos casos impactante o a la altura del listón que se ha marcado una industria que avanza a pasos agigantados, pero la iluminación elegida y la coordinación de sonidos y movimientos consigue suplirlo a la perfección.
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Últimos retoques para el animatronic estrella de la atracción, el minotauro (Imagen: parcspassion) |
ANUNCIOS AL MÁS PURO ESTILO HOLLYWOOD
Como no podía ser de otra forma, El Laberinto del Minotauro se promocionó como uno de los buques insignia de Terra Mítica en los meses previos a su apertura allá por el año 2000. Los canales de televisión reproducían piezas publicitarias que con despliegues técnicos a la altura del mismísimo Hollywood presentaban a la audiencia las principales atracciones del nuevo parque alicantino. El nuevo “Disneylandia” español no trataba solo de serlo, sino de parecerlo. Para ello, se invirtió en una campaña de marketing a la altura de cualquier potencia mundial. Los visitantes rápidamente se dieron cuenta de que las persecuciones por zocos morunos, efectos pirotécnicos imposibles y tramas cinematográficas no se traducían en las atracciones de recorrido del parque un vez in situ. Unos conceptos que sobre el papel gozaban de una justificación temática pasmosa, pero que llevados a la realidad se quedaban a medio gas.
El anuncio del Laberinto del Minotauro sí demostró una cierta fidelidad al concepto que una vez en el parque los visitantes encontrarían dentro de las murallas del palacio de Cnosos. Para curiosos, lo adjunto a continuación.
LA JOYA DE LA CORONA DE SALLY
Como bien podréis haber intuido a través del video on ride de la atracción el sistema que utiliza es el trackless. Los vagones se deslizan suavemente cual aspiradora Roomba a lo largo del track de la atracción. No solo avanzan linealmente, sino que son capaces de rotar 360 grados estratégicamente en cada momento, eligiendo lo que el espectador ve y lo que no (una de las máximas de la escenografía teatral y cinematográfica). No es ni de lejos la primera atracción en incorporar este sistema, pero sí el prototipo de la empresa neerlandesa EFT Ride Systems. Esta empresa desarrolló posteriormente proyectos que a muchos os sonarán, como La Aventura de Scooby-Doo de Parque Warner o Maus au Chocolat de Phantasialand. Sin embargo, la mayor parte del peso durante la conceptualización y construcción de la ride la tiene Sally Corporation, la marca Apple por excelencia en la construcción de dark rides a escala mundial.
Se trató de un proyecto revolucionario y faraónico en muchos sentidos. La gigante superficie de la ride, a tematizar ricamente, y algunas características de su sistema la llevaron a posicionarse como uno de los proyectos más desafiantes de la manufacturadora. Esta entrevista a Howard Kelly, presidente de Sally Corporation durante el 1999, atestigua las esperanzas y expectativas de la compañía hacia un proyecto que supondría un gran golpe sobre la mesa para el panorama mundial de dark rides. 76 animatronics, más de 200 objetivos de disparo y un sistema multitrack que vendría determinado por la puntuación obtenida por cada góndola.
LAS OLVIDADAS SALIDAS DE PERDEDORES
Hablemos precisamente de este último feature único de la ride, desconocido todavía para muchos. Aunque el parque optó rápidamente por desactivar esta función, la atracción cuenta con la posibilidad de desviar los carros que menos puntuaciones obtuvieran con sus pistolas interactivas a través de dos desvíos distintos del recorrido. El sistema trackless desviaría a las góndolas a través de un pasillo oscuro que conduciría a la estación de forma prematura. En el techo de este túnel, de hecho, hay un animatronic con forma de disco que representa la mueca del minotauro riéndose de los visitantes ante el “fracaso de su misión”. Estas conocidas como salidas de perdedores se encuentran justo antes de encarar la escena de los perros guardianes y antes de la sala del tesoro. Solo los carros con puntuaciones realmente buenas lograban enfrentarse al minotauro.
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El animatronic de las salidas de perdedores puede distinguirse en esta story que subió el parque a redes hace unas semanas (Terra Mítica via @RedPaulG de La Mar De Parques) |
Este aspecto puede resultarnos francamente atractivo y motivador a los ojos de los frikis como nosotros, pero en la práctica fue un auténtico despropósito. Los visitantes primerizos, que no entendían la mecánica de la atracción, no comprendían que tras las kilométricas colas que habían tenido que esperar, la ride acabara antes de tiempo. Este modo operativo de la ride era también un tanto injusto, dado que los umbrales de continuidad se tenían en cuenta en base a la puntuación global de las góndolas. Si un pasajero acumulaba puntuaciones realmente buenas pero el resto de la tripulación “iba a por uvas”, el vehículo abandonaba igualmente el recorrido a la primera de cambio, dado que el cómputo era bajo. Además, si no había mucha afluencia y las góndolas no se llenaban, era muy difícil llegar hasta el mínimo de puntos requeridos para seguir ya que muchos puestos de disparo quedaban vacíos. Finalmente, cabe recordar que las pistolas de esta ride no se han caracterizado nunca por su precisión o buen calibrado, haciendo muy difícil siempre sumar buenas puntuaciones (hablaremos de este aspecto próximamente).
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Planos del layout de Laberinto del Minotauro, donde se pueden apreciar las dos salidas de perdedores (Sally Corporation via @bkroz de King Islands Central) |
No obstante, siempre recordaré con cariño esta función oculta tan interesante pero que tantos quebraderos de cabeza le dio al parque en sus primeros meses de vida. Ojalá poder algún día catar la ride desde alguna de las salidas de perdedores.
EL LEGADO DEL LABERINTO DEL MINOTAURO EN EL MUNDO
Este concepto, con reminiscencias a videojuego de aventuras a escala real, funcionó muy bien desde su puesta en marcha. Al contrario que en El Laberinto Del Minotauro, no acumular los puntos requeridos por el sistema implicaba únicamente no recorrer dos pequeñas escenas adicionales a modo de easter egg. En lugar de frustrar a los visitantes, los motivaba a llegar a la cifra recorrida para ganar la aventura.
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Planos del layout de The Challenge Of Tutankhamon (Sally Corporation via @bkroz de King Islands Central) |
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Con el fin de que mi más que evidente entusiasmo respecto al Laberinto del Minotauro no abrume a mis queridos lectores y que este artículo no tome el viraje de un TFG universitario, corto por hoy. Os emplazo próximamente para una segunda y última parte donde seguiremos desgranando secretos y curiosidades de esta ride tan especial para mí. ¿Sabías que existía un pre show? ¿O que se comercializó su propio videojuego oficial?
Hasta entonces, muchas gracias por explorar juntos. ¡Hasta la próxima!