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Tras las huellas de Sami: Sea Odyssey (Parte 2)

 



¡Buenas exploradores! Hoy terminaremos de bucear en la historia de una de las pocas rides con "sello Universal" que tenemos en nuestra geografía nacional: Sea Odyssey. Aquí dejo el enlace a la primera parte de este análisis histórico al mítico simulador submarino de PortAventura, donde podréis haceros una idea del concepto de la atracción y de cómo se fraguó.




En el artículo de hoy nos sumergiremos aún más en los orígenes de esta ride hasta acabar hablando de su lenta y agónica muerte en el 2020. ¿Sabías que King África grabó uno de sus videoclips en los exteriores de la atracción? ¿O tal vez que Sea Odyssey se inspiró en una ride gemela ubicada en un parque japonés? ¡Comenzamos!



LOS PERSONAJES DEL SEA ODYSSEY

Entrar en el Institut Oceanique era conocer a una gran familia de personajes que daban vida a una historia auténtica y llena de verdad. El profesor del centro es Julius Alga, que nos da la bienvenida y nos explica los orígenes de los laboratorios, fundados en 1852 por una bióloga llamada Teresa Mangas. Una vez en el pre show, conocemos a la doctora Sara Medusa, que nos presenta uno de los últimos inventos que ha desarrollado el Institut. A modo de curiosidad, la actriz que daba vida a este personaje de ficción es la mítica Montserrat Alcoverro, con una trayectoria en cine y teatro de más de 30 años. Probablemente os suene si érais seguidores (como servidor) de la popular telenovela de RTVE "Acacias 38". Alcoverro desempeñó (magistralmente si me permitís el inciso) durante casi 10 años el papel de "Úrsula", una de las principales villanas de la serie.





El invento que la doctora Medusa nos presenta es un arnés de traducción simultánea para delfines, que les permite comunicarse con humanos. En ese momento aparece Sami, el mítico delfín de la atracción, para hacer una demostración a los visitantes del mecanismo del artilugio. Sami también se encargará más adelante de conducirnos en la película en busca del Seafari perdido que ha caído en las fauces de un temido monstruo. Finalmente, al más puro estilo BB-8 de Star Wars, conocíamos a Octobot, un simpático y torpe robot con 8 extremidades encargado de reparar Seafaris averiados y de advertirnos del peligro que correríamos en nuestra aventura submarina. Todo en la historia cobraba sentido y la inmersión estaba muy conseguida.


El simpático Octobot (imagen: pafans)


LA HERMANA JAPONESA DE SEA ODYSSEY

En muchas ocasiones las grandes cadenas de parques como Universal Parks o Walt Disney Company construyen atracciones clónicas en recintos de su mismo grupo. Suelen ser rides testadas entre el público que se reproducen para amortizar costes o por su gran éxito entre los visitantes. Para sorpresa de muchos, Sea Odyssey también fue un clon una atracción gemela ubicada en Porto Europa, un parque ubicado en Wakayama (Japón). La versión japonesa se llamaba Seafari y cuenta con innumerables similitudes con la versión española, como colas, temática, película y un largo etcétera. La atracción española dobló la capacidad contando con dos salas de proyección, incorporó una nueva banda sonora, pre shows personalizados y algunas adaptaciones que resultaron en un sustancial upgrade de la versión original. No podemos obviar el hecho de que la espectacular integración y justificación temática con el área de Polynesia fue un plus significativo que la hizo ganar enteros frente a su versión nipona.


Seafari de Porto Europa (parque también diseñado por una filial de Universal Parks, para los más suspicaces) abrió sus puertas incluso antes de que lo hiciera el propio PortAventura en el año 95. No obstante, los friki parques japoneses se quedaron huérfanos de su querida ride de forma prematura, echando ésta el cierre en torno al año 2005.

Imagen: Vertex Productions

Este dato que podría parecer anecdótico en los tiempos que corren pudo haber resultado una sorpresa entre los fans de PortAventura allá por el principio de los 2000. Al parecer el parque no especificó nada sobre el hermanamiento de Sea Odyssey con otra ride ubicada en el otro lado del globo y el descubrimiento casual entre foros de fans y seguidores del parque fue toda una sorpresa. 


HUNDIDAS: EL TITANIC


En 2010 el parque dio a la versión original de Sea Odyssey como amortizada. Ya habían pasado 10 años desde el nacimiento del Institut Oceanique y el espacio debía hacer hueco para nuevas experiencias. Siempre fue una ride exitosa y amada por los fans, pero lo cierto es que el tiempo suele hacer mella muy rápido en las atracciones de corte cinematográfico. ¿Quién va al cine a ver una película dos veces? La gran materia prima marca Universal que había dejado la ride proporcionaban al parque grandes oportunidades creativas para dar aire fresco al instituto, trayendo nuevas historias y experiencias. Disney Parks de hecho ha sentado cátedra revitalizando constantemente un simulador con tanta solera como Star Tours, ofreciendo a los visitantes nuevas historias, misiones y sensaciones en una atracción que pese al paso del tiempo sigue siendo un must do. 

PortAventura lo tenía así muy fácil para revitalizar la ride y devolver al Seafari todo su esplendor. Se podrían haber producido nuevas películas que contasen nuevas historias emocionantes que siguiesen la estela de la original. Podrían haberse introducido temas impactantes y sostenibles como la concienciación sobre los vertidos o la contaminación... haber introducido finales alternativos que impulsasen al visitante a riddear el simulador en cada nueva visita.... En fin, con ganas y esfuerzo las posibilidades de relanzar un producto exitoso eran altas. Sin embargo; la incompetencia de la gestión del parque llevó a Sea Odyssey a una dolorosa y agónica muerte hasta desaparecer del mapa en 2020.

La temporada de 2010 trajo consigo la reapertura de Sea Odyssey como Sea Odyssey 4D. No os engañéis, aunque las colas y la temática eran las mismas, la única novedad fue introducir un abanico de películas compradas en catálogos de simuladores de feria como alternativas de proyección. El octobot ya no funcionaba, los personajes originales fueron fulminados... incluso los preshows fueron sustituidos por unas burdas animaciones del 15 aniversario del parque. Las películas, aún cutres y de saldo, podrían haber tenido relación con el mundo de Polynesia y los submarinos, pero se optó por Portal y Alien Safari. He tenido la oportunidad de probar ambas en otros simuladores de dudosa procedencia y me avergüenza pensar que una ride Universal tuvo alguna vez que pasar por semejante deshonra. 




Sucesivas temporadas trajeron nuevas películas, a cada cual más anticlimática y chapucera que la anterior. Merece una pequeña mención positiva Submarine Odyssey, adaptada mínimamente a la temática de la atracción. No era de gran calidad y desmerecía por completo la historia original, pero resultó un pequeño halo de luz respecto a temporadas previas y demostró algo de mimo por parte de la directiva de PA. Paralelamente, el simulador se comenzó a usar en halloween para una atracción de terror de la saga REC.



En 2015 se anunció la reconversión del simulador a una experiencia de la película La Edad De Hielo. Nacía así Ice Age: The Ride. Si ya de por sí la idea de ubicar un simulador de movimiento de una película ambientada en la glaciación en medio de la soleada Polynesia era nefasta, la ejecución fue peor. El proceso de retematización de las colas consistió en embadurnar suelos y paredes de spray de nieve del chino y en plantar 4 botargas de corchopán en los lugares menos acertados. Ni si quiera la película tenía un pase, pues era un popurrí de escenas de la última película de la saga, sin aportar nada en concreto en el visitante.

"Tiene dos huevos asín de graaandees" (Imagen: Karina de foursquare)


La temporada de 2017 trajo consigo a la que sería la última estocada de la ride. Alguien pensó que mezclar dinosaurios con Polynesia sería una buena idea, dando a la luz la infame Dino Escape 4D. Se adquirió otra película de saldo del catálogo de simuladores de feria: Dino Safari 2. Como dice el dicho, las segundas partes nunca fueron buenas (en este caso tampoco lo fue la primera). La película fue una burda versión de tercera línea de la popular franquicia Jurassic Park, con una paupérrima factura de efectos y producción. No solo la película fueron criticadas, sino la nueva retematización de las colas a golpe de pintura y corchopán y otros detalles de la experiencia. Por ejemplo, los visitantes fueron obligados a tomarse una foto delante de un coma que simulaba el efecto de ser comidos por un T-REX. No se trataba de una captación de extras para el siguiente videoclip de Leticia Sabater, simplemente el parque buscaba endosar la foto al primer guiri descuidado que entrara previo pago a la salida.


Imagen: Kixmi Basque



Hay mucha rumorología sobre el estado actual de Sea Odyssey, pero yo me atrevería a poner la mano en el fuego a que representa un punto clave en la estrategia a medio-largo plazo del parque. Sinceramente no creo que volvamos a ver la atracción resurgir en formato de simulador de movimiento, ni siguiendo la estela de la historia original ni bajo un nuevo paraguas temático. La tecnología que introdujo Universal en el 2000 ya es anacrónica para los estándares actuales y no creo que el producto pudiera ser atractivo en pleno 2024. Apostaría por una coaster indoor, un flying theatre o una experiencia completamente distinta a la que recordamos. Lo que aventuraría a decir, eso sí, es que ni se acercará a los talones del mimo temático y argumental que presentaba la exquisita dirección artística de Universal en la versión original.




Me despido con el Mete Mete de King África, grabado en los exteriores de Sea Odyssey en sus primeros años. ¡Arriba ese Caribe Mix!