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Review "The London Dungeon": ¿Merece la pena?

 


Si hay una franquicia de experiencias de terror por excelencia es "The Dungeons". Este producto de la gestora de parques temáticos Merlin Entertainments se encuentra omnipresente en la mayoría de capitales europeas, sobretodo cuando se trata de países centroeuropeos. No se trata de pasajes de terror al uso, sino de recorridos teatralizados con actores donde diferentes efectos especiales cobran un papel especial. Después de haberme cruzado en la red durante años con informaciones difusas sobre qué esperar de este tipo de experiencias por fin pude probar una en mis últimas vacaciones a Londres. Por supuesto, os cuento todo sobre qué me pareció y sobretodo, si merece la pena.


UNA PEQUEÑA PORCIÓN DE HISTORIA


The London Dungeon abrió originalmente en una ubicación completamente distinta buscando emular el éxito del vanagloriado museo de cera Madame Tussauds. El concepto era un tanto diferente al actual: no habían actores y era un recorrido entre figuras de cera que representaban personalidades relativas a la historia oscura de Reino Unido. La idea era hacer una recreación de la cercana The Chamber Of Terrors (podéis ver mi experiencia aquí) pero a lo grande y exclusivamente centrada en el terror, al contrario que su homóloga que era una escisión de un museo de otras temáticas. La atracción abrió en uno de los bajos de la estación de ferrocarril de London Bridge en el año 1974. Años después se empezaron a incluir exhibiciones y espectáculos esporádicos centrados en una sola temática, como Jack El Destripador o el gran incendio de Londres.

Emplazamiento original


A principios de los 90 la que sería posteriormente la compañía Merlin Entertainments compró el lugar, modificando el concepto e introduciendo a actores, efectos especiales e incluso atracciones para convertirlo en una experiencia interactiva. Sobre está época se construyó incluso un flume ride indoor en el edificio que sería parte del recorrido, algo completamente nunca visto en una atracción de esas características. En 2012 el grupo Merlin decidió abandonar la localización original y mudarse al edificio localizado frente a The London Eye, aglutinando esta y otras atracciones de su cartera en una sola localización.

Además de la versión londinense llegarían posteriormente nuevas sedes de la marca "Dungeons", la mayoría localizadas en el resto de Reino Unido. Muy famosa es también la Amsterdam Dungeon, que incluso llegó a albergar una montaña rusa con lift vertical incluido como parte de la experiencia. Finalmente esa parte del recorrido cerró en 2014 dejando a la experiencia huérfana de su feature más distintivo. La marca llegó a expandirse en San Francisco y Shanghai, pero no terminó de cuajar entre el público internacional ya que en ambos casos cerró. Cabe destacar, por cierto, que cada Dungeon es bastante parecido con un gran número de escenas comunes, aunque tienen guiños adaptados a la cultura e historia del lugar en cuestión. Por ejemplo, la Amsterdam Dungeon versa sobre la historia de la ciudad, en la que por cierto los españoles no salían muy bien parados...




¿QUÉ ESPERAR? ¿DA MIEDO?

Vestíbulo y colas

Aunque el marketing y el envoltorio que gasta The London Dungeon hacen presuponer que se trata de un terrorífico pasaje del terror, no esperéis nada de eso. Hay actores, sí, pero su cometido en el 90% de los casos no es asustar, sino contar una historia e interaccionar con los visitantes a través de las distintas salas. El ambiente es en todo caso oscuro y siniestro, pero no pensado para ser angustiante o causar terror. Incluso durante las diferentes habitaciones que atravesaréis hay momentos de humor y personajes peculiares que están pensados para arrancar alguna que otra carcajada. Esto no es de extrañar, ya que Merlin Entertainment se caracteriza recientemente por ser bastante comedida y edulcorada en muchos aspectos. Al tratarse de una experiencia permanente hecha para sacar los cuartos al turista distraído quieren que sea apta y disfrutable para todos los públicos, pudiendo incluso recorrerla familias con niños pequeños. De hecho, según la cartelería del pasaje la edad mínima recomendada es de 5 irrisorios años.

El concepto ya lo adelantaba anteriormente, pero arrojaré un poco más de luz al respecto. A la hora indicada y tras unas innecesarias y artificiales fotos promocionales que podréis comprar a la salida os juntarán con un grupo de unas 20-25 personas. Descenderéis por un ascensor al Londres de hace 600 años y atravesaréis aproximadamente una decena de estancias donde un peculiar personaje os estará esperando. En cada habitación hay una premisa diferente y pueden suceder cosas completamente únicas e inesperadas. En algunas simplemente la acción recae sobre el acting del personaje y en otras (las mejores sin duda) hay efectos especiales y mecanismos físicos con los que interaccionamos directamente

Curioso mural en el que nos instan a no usar dispositivos móviles en el recorrido

Si estáis buscando pasar miedo y ser asustados este no es vuestro lugar, para nada. Si lo que queréis es pasar un rato divertido, con amigos y familiares, la experiencia está guay. Resulta divertido ir transitando las diferentes salas y ver qué es lo que te espera en la siguiente. 


¿CUÁNTO DURA? ¿PUEDO ENTRAR SI NO HABLO INGLÉS?


La duración es sin ninguna duda el que es para mí el punto más destacable de la experiencia. Las más de 10 salas que se recorren hacen que The London Dungeon sume la espectacular duración de 90 minutos, algo muy inusual en atracciones de este estilo. Se hace largo, muy largo. Esto es bueno por lo amortizada que está la entrada pero no del todo positivo por lo monótona que resulta la experiencia en algunos puntos. Sí que es cierto que de la mitad al final la cosa coge carrerilla con un número mayor de salas con mecanismos físicos y otro tipo de efectos, pero la primera mitad está llena de salas ciertamente más soporíferas donde aguanteréis de plantón interminables discursos en inglés medieval. Puede que no sea el mejor plan...



En relación con esto, debéis saber que The London Dungeon únicamente utiliza el inglés en sus tours. No hay subtítulos, audioguías, traducciones simultáneas ni los actores utilizarán otro lenguaje. Tampoco esperéis inglés básico por parte de los actores, se utiliza un inglés muy engorroso, gramaticalmente complejo y con palabras y expresiones propias de la jerga medieval. Además, con la cantidad de cosas que tienen que deciros hablan muy rápido y difícilmente se entiende. Yo, como maestro de inglés en formación y persona que tiene conversaciones muy fluidas en esta lengua, las pasé canutas para entender el contexto básico de las intervenciones de cada escena. No obstante, sí debo decir que no dejéis que la lengua sea un impedimento para dejar de visitar la experiencia. Aunque todo se entiende mejor con los diálogos de los actores, el ambiente, la caracterización y la tematización echan el resto para que os hagáis una idea de qué va el cotarro en cada parte.


¿ME PUEDEN SEPARAR DEL GRUPO? ¿ES UN ESCAPE ROOM? ¿TENGO QUE INTERACTUAR?


Sí y no. Es una experiencia mucho más interactiva y física que la mayoría de pasajes del terror al uso. Pero estas interacciones son muy básicas y no se requiere de fuerza, maña o capacidades especiales por parte de los "voluntarios". No os meterán en jaulas con serpientes ni os dañarán de ninguna manera... solo chorradas y cosas triviales. Algunas veces os harán alguna pregunta sencilla, otras se seleccionará a algún visitante para que haga de conejillo de indias de algún mecanismo (totalmente inocuo) o para ser introducido en una celda (en la que no ocurre nada). Pero es divertido porque si sois seleccionados lo podréis vivir de una manera diferente y tener un poco de protagonismo en la historia.

Como punto negativo detecté que deberían llevar más cuidado con seleccionar al mismo integrante del grupo en distintas salas a modo de voluntario. Mientras hay visitantes que no salimos ni una vez, otro que estaba en el grupo salió elegido en tres salas diferentes, perdiendo la oportunidad de vivir la experiencia desde esa parte.

Porción del recorrido que contiene un laberinto de espejos

Luego más allá de estas interacciones esporádicas, hay partes en las que os deberéis sentar en sitios donde ocurrirán "cosas", tendréis que buscar la salida en un laberinto de espejos o montar en una atracción que posteriormente explicaré. En ningún caso se trata de un escape room donde tengáis un papel activo buscando pistas, resolviendo acertijos o buscando la salida. Es todo más automatizado y lineal.


UN PEQUEÑO SNEAK PEAK DE LO QUE OCURRE EN CADA SALA


Venga va... Os cuento un poquito y de forma algo criptónica qué ocurre en cada una de las salas, pero si queréis saberlo todo, id vosotros y comprobadlo.

  • The Descent: Un juglar acusa al grupo de contener al asesino del rey de Inglaterra. Todos somos introducidos en un ascensor con efectos especiales que nos lleva a la Edad Media.
  • Conspiranoitors Walk: Speech aburrido... un actor nos insiste en que nosotros tenemos que ver con la muerte del rey.
  • Guy Fawkes´ Gunpowder Plot: Entramos a una sala llena de explosivos donde tras un speech por parte del actor todo estalla por los aires con un curioso y bien logrado efecto que no desvelaré.
  • The Torture Chamber: Dos visitantes son seleccionados para hacer una demostración de las torturas usadas por los sospechosos en la Edad Media. No hay contacto físico real, os reiréis si eso.
  • Pest House: Tramo sin actores a través de la recreación de una calle de Londres en la época de la peste. Escucharéis los gritos de Gardyloo! (agua va!) seguidos del sonido del impacto del agua en el suelo. El ambiente está impregnado del mismo olor a orines que utilizan en The Chamber Of Terrors de Madame Tussauds.
  • The Plague Doctor: Asistís a una exhibición de tratamiento a un paciente contagiado por la peste negra. Os reiréis pero os dará cierta grimilla. Puede que os mojéis.
  • Curse of the Witch: No entendí what was really going on. Metían a dos del grupo en unas celdas mientras nos sentaban al resto en unos bancos de iglesia. Al momento se apagan las luces y una poseída empezaba a gritar y a correr por la sala. La escena más terrorífica con diferencia de toda la experiencia.
  • Mrs Lovett´s Pie Shop: Escena de relleno. Entráis a una pastelería donde eventualmente descubrís que los pasteles de carne están hechos de humanos descuartizados. No ocurre nada del otro jueves.
  • Sweeney Todd: Tenéis turno para el barbero. Reposad las cabezas y dejad los brazos en las asas de la silla para que os puedan tallar vuestro nuevo look y de paso acuchillaros . Una de las salas más divertidas, con mezcla de sonidos binaurales y otros efectos que no desvelaré.
  • Mitre Square: Llegáis a la escena de un asesinato recién cometido. Una actriz desvela que el asesino está suelto y tengas cuidado. No ocurre nada especial.
  • Whitechapel Labyrinth: Laberinto de espejos del mismo estilo de Secreto de los Mayas de PortAventura, pero mucho más corto. No hay actores y al ser un grupo tan grande el paseo es el fila india, restando a la experiencia.
  • Jack The Ripper: Llegáis a una taberna donde se cuentan leyendas terroríficas sobre Jack El Destripador. Inesperadamente la realidad supera a la ficción y el asesino en serie protagoniza una confrontación. La sala más terrorífica junto a Curse Of The Witch. Hay efectos muy buenos
  • The Courtroom: Todos sois condenados a muerte por un despiadado y cómico a la vez juez que no tendrá tiempo para vuestras excusas.
  • Drop Dead: Drop Ride: Quien se atreva a probar la experiencia será simbólicamente ahorcado en una caída libre en la oscuridad y con efectos de luz y sonido.

¿QUÉ ATRACCIONES HAY EN LA DUNGEON?

Como adelantaba anteriormente, en término de atracciones mecánicas podréis disfrutar de una pequeña caída libre. Se trata de una parte del recorrido optativa que se puede saltar en caso de tener reparos con ella. La altura mínima es de 1,40 metros de altura y hay una serie de indicaciones (bastante exageradas en mi opinión) en la puerta previa. Manufacturada por ABC Rides, es una pequeña caída libre cuyo mayor atractivo es la tematización, storytelling e iluminación. Primero ascenderéis un par de metros mientras una voz en off os condena a ser ahorcados. En completa oscuridad descenderéis repetinamente varios metros adicionales de los que habéis ascendido hasta llegar a otra sala con algo de theming. Finalmente volveréis a la estación. Es cuanto menos curioso el mecanismo de suelo levadizo con el que cuenta la estación cuando comienza y finaliza cada ciclo.



A modo de curiosidad, tuvieron que parar de emergencia la atracción porque un visitante no estaba correctamente sentado. Las luces se encendieron y la posición de la góndola se reseteó. La asistenta reprendió al chico y reinició la secuencia. A la salida pasaréis por una taberna exclusiva para visitantes y donde también podréis comprar algún recuerdo.

Lounge y taberna ubicados tras el recorrido

Antiguamente había también un flume ride que representaba el proceso de ser condenado a muerte y el camino hasta el infierno, incluyendo una caída backwards. Una pena que no pudiésemos disfrutarlo, ya que el parecer lleva desde el año pasado en mantenimiento. El hecho de que ya no haya ni rastro de esta atracción en la página web oficial de la Dungeon me hace presagiar de que estemos ante un caso Magnus Colossus de manual tho. Igualmente, espero que pueda reabrir, porque debe de ser una ride muy curiosa.




BUENO FER... PERO, ¿MERECE LA PENA?

The London Dungeon es un producto muy sólido y disfrutable, aunque dista bastante de ser sobresaliente. Encontraréis un recorrido con efectos muy sorprendentes en algunos puntos, un acting bastante divertido y profesional y como bonus track una drop tower al final. Si lo que queréis es una experiencia de terror en Londres probablemente prefiráis The London Bridge Experience que es un concepto similar con menos presupuesto en efectos especiales pero que sí presenta un nivel de impacto y terror más alto. Ahora bien, ¿yo pagaría los aproximadamente 40 euros que cuesta la entrada regular a la atracción? Lo dudo mucho la verdad. Si sacáis un London Pass y os viene incluido o conseguís un pack de entradas con otras atracciones de Merlin a buen precio, sí que es cierto no veo por qué no podáis incluirlo en el plan. No es una experiencia significativamente impactante y que os vaya a cambiar la vida, pero es entretenida y curiosa.

Silla eléctrica ubicada en la taberna de la salida


La sensación global que me llevé es que es una atracción diseñada principalmente para lucir resultona y llamativa para el turista medio sin demasiado grado de exigencia. Carece de un alma o mimo especial de dirección artística con una vocación de sorprender como sí podía ocurrir con la prácticamente extinguida franquicia Pasaje Del Terror que llegó a operar en Londres hasta el año 2012. La tematización especialmente es bastante normalilla para lo que cabría esperar, con bastantes secciones de paredes negras o una mala integración de los techos. Los escenarios son bastante planos y la integración se pierde. Lo que sí destaca para bien en mi opinión es la ingeniería de sonido, muy sugestiva e ingeniosa y parte imprescindible para que los efectos funcionen como tienen que funcionar.

En general, una experiencia correcta y curiosa que os dará 90 minutos de diversión y una ride de regalo que os podréis llevar de regreso a España.

ALGUNOS TIPS Y CONSEJOS

  • No tienen guardarropa en el propio edificio, por lo que deberéis llevar con vosotros vuestras mochilas y abrigos durante los 90 minutos de recorrido.
  • Solo tendréis oportunidad de ir al baño una vez, antes de entrar a la primera escena. 
  • Antes de empezar el propio recorrido os harán unas fotos algo chorra siendo decapitados que podréis comprar con un QR que os proporcionarán.
  • Las entradas online y con un día de visita establecido (no admiten cambios) os reportarán un importante ahorro. Se encuentran en la web.
  • En la web promocionan eventos especiales y fechas marcadas donde la experiencia cambia. También tienen escape room.




Y eso sería todo. Si os ha gustado esta review os animo a consultar la que hice sobre mi visita al Museo Madame Tussauds, también ubicado en Londres y propiedad de Merlin. ¡Nos vemos!