¡Muy buenas exploradores! Hoy el Fermómetro vuelve a calentar motores para seguir tomando la temperatura a todos los posibles compradores de PortAventura World. Tras el último artículo donde poníamos a la operadora Parques Reunidos a examen, hoy volvemos a la carga analizando las posibilidades de compra por parte de la británica Merlin Entertainments. ¿Qué razones nos llevan a pensar que podría comprar el resort? ¿Y qué motivos esgriman lo contrario? ¿Cómo vislumbraríamos el futuro del resort español temático con Merlin? Nos ponemos creativos y delulistas con este nuevo Fermómetro. ¿Se quedará frío o arderá? ¡Vamos allá!
Nota informativa: El artículo presentado a continuación así como el resto de entradas pertenecientes a la colección "El Fermómetro" se presentan como una lectura lúdica, satirizada e irónica sobre la insólita situación empresarial que atraviesa el resort PortAventura World en un formato que mezcla información rigurosa y entretenimiento. Perdidos En La Odisea declara abiertamente no poseer ninguna información sobre el proceso de compra-venta del parque por parte de ninguna entidad y/o fondo de inversión. El artículo debe ser tomado como lo que es: análisis objetivo de hechos empíricos, especulación y sátira.
¿Está PortAventura en venta?
Existe una gran cantidad de hechos acaecidos durante los dos últimos años que atestiguan que el resort PortAventura World se encuentra o se ha encontrado en busca de potenciales compradores. Los actuales propietarios del resort son el fondo de inversión Investindustrial, propiedad de la familia italiana Bonomi; así como el también fondo de inversión KKR, caracterizado por su vinculación con campañas militares a favor de la ocupación israelí de la franja de Gaza. Siendo ambos accionistas del resort fondos de inversión, no sorprende pues que la venta del mismo tenga que llegar tarde o temprano. Sorprende más así sabiendo que Investindustrial entrase en el accionariado del parque en diciembre del año 2009, hace más de 15 años. Fue unos dos años más tarde cuando adquirió a Criteria el 50% restante de las acciones del resort. Más adelante, KKR entró dentro del accionariado. Como es bien sabido, el funcionamiento de los fondos de inversión está orientado hacia la adquisición de activos (en este caso el resort PortAventura World) para incrementar su valor de mercado a través de diferentes inversiones económicas para poder rentabilizarlo en una futura venta. Dentro de PortAventura hemos sido testigos a lo largo de estos más de 3 lustros de grandes inyecciones económicas que han tratado (en algunos casos sin mucho éxito) de incrementar el valor del resort. La construcción de Shambhala en 2012, la apertura de Sésamo Aventura, la ampliación de Caribe Aquatic Park, la construcción de nuevos hoteles y un nuevo pseudoparque Ferrari... Después de tantos años y atendiendo al funcionamiento de los fondos de inversión, parece que la vida útil de PortAventura World dentro de la cartera de sus actuales accionistas está llegando o ya llegó hace mucho tiempo a su fin.
Alrededor de septiembre del año 2023, hace prácticamente dos años, el prestigioso medio de comunicación Cinco Días, afirmaba que PortAventura se encontraba en búsqueda de potenciales compradores. El precio de salida eran de aproximadamente 1.000 millones de euros, una cifra que diferentes expertos consideraron escandalosamente desorbitada. Un mes después el también fiable medio de comunicación El Economista subrayaba que Investindustrial y KKR habían fichado al banco de inversión estadounidense JP Morgan para gestionar la venta del resort. También se mencionaba que el tan ansiado Universal y la empresa propietaria de los casinos Caesars eran candidatos a hacerse con el parque y sus activos adheridos. No tardó en saltar la euforia colectiva entre los aficionados de PortAventura. Parecía que esta vez el proceso de venta iba en serio y PortAventura atravesaría por un cambio de ciclo rupturista con el modelo de gestión, a menudo criticado, de la etapa Invest. Y así llegamos hasta la actualidad, sin grandes novedades respecto del proceso de venta. Como diría Isabel Pantoja, en el punto de partida.
Se considera vox populi que ningún comprador estuvo nunca de acuerdo con la estratosférica cifra de dinero que ponían los propietarios al resort. Empeñados en rentabilizar hasta el último centavo de su inversión, el accionariado se negó en rotundo a ceder un milímetro en cualquier tipo de transacción. Se tratan de noticias no muy halagüeñas para la salud del parque. Gestionado por fondos de inversión que ya lo consideran como un producto amortizado y sin compradores a la vista, el presente del resort es continuista y sin grandes inversiones anunciadas ni a la vista. Son más que sabidos los recortes en diferentes áreas del parque y las diferentes políticas que abogan por recaudar la máxima cantidad posible de dinero a los visitantes dentro del parque, para así aparentemente dulcificar lo que le reste de estancia a los actuales accionistas del resort, que ya dan señas de hartazgo y agotamiento. El resort está siendo especialmente criticado estos últimos años por limitar la introducción de novedades a productos pensados para ser consumidos con un coste adicional al de la propia entrada al parque. Para remitirnos a la apertura de la última novedad mecánica del parque, Uncharted, nos tenemos que remontar a hace más de dos años. Sin ningún anuncio a la vista y sabiendo que la apertura de novedades viene condicionada por un dilatado tiempo de planificación y construcción, no contar con nuevas atracciones en el parque en un período mínimo de 3 años es algo completamente inaudito para un parque de la talla de PortAventura. Se especula sobre la posibilidad del anuncio de una nueva atracción en los próximos meses, pero aún así, esto no sería suficiente atendiendo al historial de inversiones económicas y de expansión que ha presentado el resort durante sus ya más de 30 años de vida.
Con todos estos datos en la mano es completamente plausible decir que PortAventura haya estado recientemente involucrada de forma activa en un proceso de venta, o bien siga estándolo en estos momentos. La naturaleza de los actuales accionistas y su actividad económica así como todos los hechos acaecidos en los últimos meses indican a pensar que tarde o temprano el resort cambiará de manos. El parque, a través de diferentes actos y de medios de comunicación, ha negado en declaraciones minuciosamente calculadas con cuentagotas que el parque esté en venta o se vaya a vender, indicando que hay estabilidad empresarial y el actual modelo de gestión se perpetuará en el futuro. Esto no es indicador de nada, ya que admitir lo contrario hubiera sido algo impensable a nivel corporativo y de comunicación. A todo esto hay que añadir que durante los últimos años se ha vivido una gran cantidad de relevos en diferentes cargos directivos de la jerarquía empresarial del resort, mencionando la marcha de Frédéric Boulva o David García como ejemplos. Esto hace necesario que hablemos largo y tendido sobre las diferentes opciones de compradores que se presentan así como las expectativas con cada uno de ellos.
¿Quién es Merlin Entertainments, nuestro candidato de hoy?
En el día de hoy analizaremos la posibilidad de que la gestora de recintos de ocio Merlin Entertainments se haga con PortAventura World. Comencemos aprendiendo más sobre esta empresa.
Pocos theme park enthusiasts desconocerán la existencia o parte de la historia de la operadora británica de recintos de ocio Merlin Entertainments. La trayectoria de Merlin comienza en el año 1999 con la constitución de la empresa, principalmente enfocada en la creación de dos marcas clave en su estrategia de expansión: los espectáculos teatralizados de terror The Dungeon y los acuarios marinos Sea Life. Se abrieron establecimientos en ciudades como Edimburgo, Helsinki o Hamburgo. En el año 2005, el fondo de inversión canadiense Blackstone se hacía con la empresa, evidenciando su gran apuesta con la compra de la marca LEGOLAND a The Lego Group. Por ende, el grupo incursionaba en el sector de los parques temáticos al adquirir y gestionar todos los parques Legoland del mundo, por aquel entonces ubicados en Billund, Windsor, California y Alemania. No se limitaron a comprar y mantener los parques ya existentes por aquel entonces, sino que la expansión internacional de la marca ha sido y sigue siendo una de las principales líneas de acción de Merlin. Así, hoy encontramos nuevos parques Legoland repartidos en todos los rincones del mundo, como Corea, Estados Unidos y Dubai. El Legoland más reciente impulsado por Merlin Entertainments ha abierto sus puertas hace solo unos meses, en China.
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Un vistazo a la hegmonía mundial de Merlin |
La política expansionista de Merlin Entertainments se agudizaba a partir de 2006, con las compras del resort Gardaland en Italia y con la absorción del histórico grupo The Tussauds Group. El nombre de este también archiconocido grupo de gestión de recintos de ocio a menudo sigue siendo usado para referirse al actual Merlin Entertainments por la gran notoriedad que tuvo antaño. Además de los famosos museos de cera Madame Tussauds, también ostentaba bajo su yugo parques como Alton Towers, Heide Park o Thorpe Park. Un dato especialmente relevante es que The Tussauds Group llegó a ostentar un 40% de las acciones de Port Aventura en su creación, además de influir notablemente en su conceptualización. Esto nos será de gran utilidad a la hora de trazar el análisis de hoy.
Después de esta época de expansión desenfrenada, Merlin Entertainments centró sus esfuerzos en consolidar sus recintos y expandir marcas ya existentes de su cartera. Se abrió una gran cantidad de nuevos Legolands, Legoland Discovery Centers, Sea Life Aquariums y se reforzaron los parques temáticos ya existentes con novedades, generalmente ligadas a acuerdos con IPs de diversa procedencia y dudoso prestigio. También se emprendió un nuevo proyecto de negocio con la creación de la marca Peppa Pig Theme Park, que abrió su primera sucursal en California.
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La alianza con Minecraft es una ejemplo de la tendencia IPeizadora de Merlin |
Sea como sea, parece que la situación del grupo no está pasando por un momento especialmente boyante. El aumento de los gastos operativos por la inflación y el estancamiento de las cifras de ventas han llevado a Merlin a estar financieramente en un aprieto al cierre del último ejercicio. Aunque las pérdidas millonarias presentadas en titulares no están estrechamente ligadas a un mal rendimiento de sus ventas en recintos de ocio, sino a una cuestión de una índole contable, se respira cierta preocupación. Hace meses se puso sobre la mesa la opción de vender diferentes recintos Sea Life Aquarium, bajo el pretexto de que operativamente no son rentables al tener que pagar cuidadores los 365 días del año, incluso meses en los que el recinto cerraba al público. No solo se está notando los recortes aquí, sino en todos los parques del grupo. Despidos de empleados, recortes en aspectos operativos de los parques, mantenimiento descuidado en sus recintos... No obstante, pese a los buenos números en cifras de visitantes que registra el grupo, las pérdidas parecen estar más encauzadas hacia inversiones millonarias recientemente realizadas y antiguas deudas que se arrastran. El hecho de que Merlin Entertainments tenga detrás a fondos de inversión con una gran capacidad económica hacen de hecho que futuras compras de nuevos activos parezcan plausibles.
Al igual que Parques Reunidos, Merlin Entertainments está considerado por los fans como una operadora de parques enfocada en estrategias cortoplacistas y orientadas hacia un sector de público masivo y de un nivel socioeconómico medio-bajo. Muchas ofertas y cupones para atraer a un gran público, precios abusivos, atención al cliente deficiente, falta de mimo y atención al detalle en muchos aspectos de sus parques son algunos aspectos frecuentemente criticados. También es muy comentado el hecho de que Merlin es experta en hacer alianzas imposibles con IPs y franquicias de forma indiscriminada para hacer caja. Merlin Entertainments está luchando fuertemente por alcanzar los niveles de peseterismo de la cantante Aitana, que lo mismo le da por hacer colaboraciones de marca con Iberia o Banco Santander. La operadora de parques está proponiendo novedades amparadas por franquicias tan dispares e incoherentes como Peppa Pig, La Patrulla Canina, Black Mirror, Jumanji, Minecraft o Angry Birds. En las Fright Nights de Thorpe Park llegaron a plantear incluso un pasaje del terror del programa de televisión británico Celebrity, Get Me Out Of Here!
En cierta manera y sobretodo atendiendo a los últimos años, Merlin Entertainments a menudo está siendo definida como una suerte de Parques Reunidos yassificada, con una trayectoria más limpia a sus espaldas y más capacidad de inversión por su naturaleza. Sin embargo; la baja calidad de sus novedades así como la dejadez en áreas como la atención al cliente son denominadores comunes.
¿Por qué podría Parques Reunidos comprar PortAventura? ¿Por qué no?
Algunas de las razones que invitan a pensar que Parques Reunidos podría ser un candidato potencial para comprar PortAventura son:
- The Tussauds Group, ahora parte de Merlin Entertainments, ya estuvo dentro del accionariado de PortAventura durante sus primeros años de vida. El hecho de que la empresa haya participado en la gestión del parque prueba que su modelo de negocio y cultura empresarial es compatible con un activo como PortAventura. Merlin Entertainments podría incluir a PortAventura World en su cartera para afianzar su posición en Europa y contrarrestar la llegada de Universal al continente, que inevitablemente pondrá en jaque al resto de recintos de ocio.
- Aunque con una presencia eminentemente británica dentro de sus activos europeos, Merlin Entertainments ha demostrado no tener reparos en llegar a rincones variopintos del continente para establecer su negocio. Heide Park en Alemania o Gardaland Resort en Italia son buenos ejemplos de ello. Ahora que hay un gran resort en venta y cuyos números demuestran es un activo rentable, Merlin podría ver esta una gran oportunidad expandirse en España.
- PortAventura encaja muy bien en el estereotipo de "parque Merlin". Al contrario de otros gestores como Compagnie Des Alpes que prefieren apostar por parques pequeños sin otros agentes implicados, Merlin Entertainment muestra predisposición por grandes resorts. Al igual que parques de su cartera como Alton Towers, Gardaland o Chessington World Of Adventures, PortAventura posee hoteles y parque acuático. Se tratan de componentes adicionales capaces de sumar valor y rentabilidad al proyecto. Al contrario que en el caso de Parques Reunidos, que como dijimos no posee estructuras operativas para abarcar esta complejidad de negocio, Merlin Entertainments está más que acostumbrada. No solo está más que acostumbrada, sino que además suele gustar de ello.
- Los terrenos adyacentes a PortAventura podrían ser un caramelito para Merlin, capaz de construir un parque Legoland en el resort, su marca insignia. También tienen experiencia colaborando con Ferrari para la creación de experiencias en sus parques Legoland, por lo que Ferrari Land podría verse sorprendentemente como una oportunidad y no como un escollo.
- PortAventura y los parques de Merlin comparten un irracional gusto por IPeizar absolutamente todas las novedades. La operadora podría sentirse cómoda trabajando con franquicias como Sésamo Aventura, Uncharted, La Liga, además de contar con oportunidades para importar marcas con las que ya están acostumbrados a trabajar.
- Aunque podría ser asumido por Merlin dada su estrecha relación con fondos de inversión y empresas con abundante capital, el precio de mercado que se especula tiene el parque (arededor de 1.000 millones de euros) no es acorde a las ganancias que percibe. De ser negociado o reconsiderado en el futuro, las probabilidades podrían cambiar, pero en un contexto actual es difícil que Merlin vea una inversión así en PortAventura como algo amortizable, al menos a corto plazo.
- Merlin Entertainments no pasa por su época más halagüeña. Inmersos en inversiones a más pequeña escala y en parques que ya tienen en cartera, resulta difícil visualizar una operación del calado de la que implicaría una compra de un resort entero. En el contexto actual, plagado de incertidumbres y recortes, puede que el grupo prefiera centrarse en recuperar la estabilidad e invirtiendo en sus activos actuales.