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Las 18 canciones de Eurovisión Junior 2025 ordenadas de peor a mejor

 


Llega una de esas épocas del año en el que el cajón de sastre de Perdidos En La Odisea se abre para lo único que sabe hacer: hablar sobre el festival eurovisivo de turno. Con Eurovisión Junior 2025 a la vuelta de la esquina y con todas sus candidaturas publicadas, es el momento perfecto de analizar qué tiene para ofrecernos esta edición del certamen. ¿Cuáles son las peores canciones del año? ¿Y las mejores?

Acostumbrados en otras ocasiones al formato de analizar en profundidad las candidaturas en bloques de seis, probablemente os sorprenderá este análisis tan global. Francamente, aunque en el listado oficial de participantes figuren 18 países, a efectos prácticos podrían ser muchos menos. Tras una edición musicalmente mediocre en Madrid, el nivel no parece remontar gran cosa este año, con una retahíla de baladas soporíferas, anodinas y muy predecibles. Escuchada una, escuchadas todas. El panorama es tan alarmante que cada vez estamos más cerca de que Eurovisión Junior tenga más densidad de canciones lentas que un programa de audiciones a ciegas de La Voz Senior.

🇨🇾 18. Chipre - Raffaella & Christos - AWAY


Chipre se propuso servir el "momentazo Disney de la noche", salvo porque lo que ellos entendieron por Disney es el castillo hinchable de la feria con forma de Mickey deforme. Si la canción de este año fuera una atracción manufacturada por Walt Disney, sería Fantasía del Parque de Atracciones de Madrid. Ambas tienen además algo en común, estar artísticamente muertas en pleno 2025.

Un dúo de artistas monísimos y contra los que no tengo nada en contra intentan hacer lo que pueden con la balada más barata, pretenciosa y azucarada ever. La falta de recursos en producción y dirección artística son tan flagrantes que por no estar no están ni las voces del tema bien grabadas en estudio. El videoclip sobre un fondo negro, dos focos y un efecto del CapCut puesto "al babalá" harían de este el cuadro visual del año si no estuviese Azerbaiyán pululando por ahí.

🇮🇪 17. Irlanda - Lottie - Rúin

De la colección de baladas completamente mid y que no van a ninguna parte de la edición probablemente sea esta la que más en tierra de nadie se quede. Sin toques celtas de por medio (algo en el irlandómetro solo comparable a que una actuación albanesa no vaya con vestido de comunión incorporado), el país gaélico trae una pieza muy genérica de balada a piano con un estribillo especialmente flojo y poco memorable. Digno de mención es, por cierto, el alquiler vitalicio del teatro que debe de tener la televisión irlandesa, camino ya de su cuarta aparición entre videoclips eurovisivos y finales nacionales.

No hay mucho más que decir de una canción que por no tener nada malo, nada tiene de bueno, algo completamente imperdonable en las votaciones del festival. Lo plano del tema tampoco da mucho margen de que la vocalista se crezca en directo y saque petróleo.

🇲🇹 16. Malta - Eliza Borg - I Believe

Malta e Irlanda podrían ser perfectamente intercambiables en la lista como si fueran dos tuppers de comida precocinada completamente idénticos en el refrigerador de un supermercado esperando a ser consumidos. Tras resurgir de sus cenizas el año pasado con la candidatura más bonita han mandado en años, se han vuelto a perder en el sendero como Caperucita Roha con una canción plana, aburrida y que reúne todos los clichés de diva de ventilador "que ha superado sus miedos y comienza a creer en ella misma". I Believe podría ser perfectamente el single debut de una ganadora de Factor X, con todo lo que ello implica.

¿Por qué está más alta que Irlanda? Porque aunque es más básica que un top lencero de portada del Shein, el so called build up pseudoépico con el que tratan de disimularlo les hará rascar algún voto extra.

🇲🇪 15. Montenegro - Asja - I Tužna i Srećna Priča


Montenegro vuelve a la competición tras diez años de ausencia para proponer exactamente la misma fórmula de Dobrodošli, esa canción que les hizo quedar últimos de la segunda semifinal de Eurovisión adultos el pasado mayo. Tantas similitudes hay que el videoclip de la propuesta infantil está grabado en el mismo estudio de televisión que su homónima adulta. La canción montenegrina es pues, una manida balada balcánica de toda la vida con tintes dramáticos y más intensidad que en una viewing party de la última temporada de La Rosa De Guadalupe.

La parte buena de la candidatura es que ya conocemos el destino del traje de institutriz perversa de la Alemania nazi que llevó la danesa Leonora en sus 5868584 actuaciones y pre parties durante el año 2019. Aunque siga siendo parte de este bunch de baladas antitelevisivas, sus elementos diferenciales le dan un toque diferente al resto de sus predecesoras.

🇭🇷 14. Croacia - Marino - Snovi


Si Montenegro vuelve tras 10 años de "break para el coffee", Croacia sube el juego volviéndose a unir a la competición tras 12 ediciones, desde que en el año 2014 decidieran dar el mayor servicio audiovisual registrado en los anales del festival con Josie y Game Over para posteriormente retirarse. Para lo que traen, podrían perfectamente haberse quedado en casa un año más. La propuesta croata es una balada bien planita y normalita como ya la ofrecen 58483 países más este año.

Al igual que Montenegro proponen una naftalínica composición de corte balcánico, este vez ciertamente más adaptada al público infantil y con un tono más pasteloso y edulcorado. Claro está, si a algún público infantil se supone que debe de gustarle esto como mucho podría ser el de los Premios Veo Veo de Teresa Rabal. Por la dirección visual del videoclip al menos la candidatura aspira a poder quedar "cuqui" en escena y salvar los muebles. 

🇲🇰 13. Macedonia del Norte - Nela Mancheska - Miracle

En mitad de sus disertaciones filosóficas anuales sobre si volver a Eurovisión adultos, la MRT macedonia se acordó que tenía que mandar una candidatura al festival junior. El disfrutonismo creativo de la ensalada de frutas, precursor de grandes hits atemporales como Ohrid i Muzika, Pletenka o Eooo Eooo ha demostrado morir definitivamente con la nueva senda creativa más madura que emprende el país. Como de costumbre y a falta de ver la puesta en escena que matará a cuchillo cualquier mínima posibilidad del tema, se trata de la baladita correctita de turno con la que probablemente alcanzarán su doceava (décimo segunda!) posición de rigor en el marcador del festival.

Los primeros segundos de Miracle apuntan a una composición muy mágica e interesante, en gran parte gracias a la personalidad que desprende la voz de su interprete. Lamentablemente, pronto nos damos cuenta que todo lo que tenía que ofrecer el tema lo da en sus primeros cuarenta segundos, muriendo musicalmente a partir de ahí. Una pena porque prometía bastante.

🇮🇹 12. Italia - Leonardo - Rockstar


Lo cierto es que la candidatura italiana de este año es un viaje astral solo replicable por el delulismo creativo trash de sus vecinos sanmarinenses. El videoclip es un no parar de sentir cosas durante tres minutos. Tras unos primeros segundos donde el espectador duda entre estar escuchando una canción de Eurovisión Junior o los primeros acordes de un tema de Metrika, el interprete se desplaza hasta un set con más barriles humeantes por metro cuadrado que La Isla Maldita de PortAventura. Lo que sigue a partir de ahí es un festival de efectos de CapCut puestos como quien usa la herramienta "suavizar" en sus montañas rusas de Planet Coaster y de fantasía trash solo equiparable a la de los años dorados de Macedonia Del Norte.

Aunque musical y visualmente la candidatura podría pasar perfectamente por una adaptación Mawotiana de canción rap promedio del Festival de SanRemo, se agradece que Italia aporte un punto diferencial de locura y desenfreno respecto a las baladas mediocres que dominan la edición.

🇵🇹 11. Portugal - Ines - Para Onde Vai o Amor?

Portugal sigue siendo la Eva B de Eurovisión Junior. ¿Soy rara, qué pasa? Tras superar su reputation era, dejándonos joyas musicales como Vem Conmigo de Joana Almeida o Eu Quero Ser YouTuber, ellos se propusieron ser abanderados de todas las personalidades infantiles no normativas que se encontraron en el supermercado. Bajo la bandera de Portugal hemos podido ver a un viejoven cantando fado con una boina y un traje de sexagenario, un Rockabilly cantando que le gusta el rock duro con una balada pop con tres acordes de guitarra eléctrica y este año a una niña artsy actuando como una abuela más del videoclip de La Niña de María Pelaé.

La canción portuguesa está, en el sentido más metafórico de la palabra, cantada en cursiva de principio a fin. Tan deliciosa como poco competitiva, veremos a qué aspira dentro de un festival infantil donde parece encajar a primera vista como un elefante en una cacharrería. Mayores sorpresas han habido.

🇦🇿 10. Azerbaiyán - Yagmur - Miau Miau

En una edición donde si el juego del calamar hubiera sido no mandar canciones lentas el 90% de los participantes hubieran preferido pegarse un tiro en la cabeza, Azerbaiyán nos sirve un disaster bop divertidísimo y disfrutón de esos que no se escuchaban en el concurso desde el primer quinquenio de la década de los 2010. Discípula de esos bonitos años donde igual podías encontrarte una canción dedicada al chocolate como a una niña armenia cantándole al Barça, Azerbaiyán trae la fantasía audiovisual del año con un track bailable dedicado a los gatos.

Más barata que unos calzoncillos de Dolce y Camino, Miau Miau es todo lo que no es el festival infantil y debería ser: ingenuidad, inocencia, gamberrismo y picardía. El look de pandillera de Bakú centro de la representante, la mención a la ONU en pleno cuerpo de la canción, el verso "Yagmur is her name" o el videoclip ridículamente barato son la gasolina de mi vida de esta propuesta.

🇳🇱 9. Países Bajos - Meadow - Freeze

Infinitamente más aburrida y predecible que su predecesora, es mi labor moral como crítico más o menos serio valorar un paso más arriba la que es sin duda el dance track más contemporáneo y actual de la edición, Países Bajos. Aunque la canción no es por sí gran cosa, son el gran carisma y energía de su interprete los que te venden el bacon frito como si fuera jamón de bellota. En una edición del festival que es todo un solar musicalmente hablando, la candidatura neerlandesa entrará prácticamente solita y sin necesidad de vaselina, al menos lo suficiente como para lucirse más que en cualquier otra edición.

Lo cierto es que Freeze peca de ser más plana y básica que una tabla de planchar, pero su buena ejecución y el contexto en el que se produce hará que ni jurado ni público tengan tiempo de recaer en eso.

🇸🇲 8. San Marino - Martina CRV - Beyond The Stars

Se me hace muy extraño valorar de forma no irónica una candidatura sanmarinense. Tras el reset cultural que supusieron las Idols SM y su icónica actuación en La Caja Mágica de Madrid (con mención a los Stray Kids incluida), este año decidieron tomar el camino de la Miley Cyrus modosita y country, con sombrero de cowboy y perro labrador incluidos. Si bien decir que la canción de San Marino (estado de EEUU ubicado entre Texas y Nuevo México) podría ser candidatura con la que Anna Berghendal se queda en el Andra Chansen del Melodifestivalen no parece un halago, en términos de microestado debe de ser como encontrar el vellocino de oro.

Beyond The Stars es ciertamente inofensiva, pero es fresquita, cool, actual, entra solita y tiene rollito. Lo que se puede ver de la interprete y su trayectoria en La Voz Kids Italia apuntan a que no será destrozada en directo. ¿Mejor puesto de SanMa en el JESC incoming?

🇵🇱 7. Polonia - Marianna Klos - Brightest Light

Polonia decidió coger todo el "anuncio de Turrones Suchard y Ferrero Rocher en navidad" realness y convertirlo en candidatura. Con un regustillo a los himnos wannabe unámonos todos y acabemos con la pobreza y las guerras que se empeñó en mandar Rusia al festival adulto entre los años 2013 y 2015, la candidatura polaca entraña todos los clichés eurovisivos de una forma coherente y bien ejecutada. Aunque artificial y pretenciosa, es de reconocer que Brightest Light suena a hit de película de animación Disney que todos los colegios de España pondrían en el karaoke de navidad, versionada al castellano, eso sí, por Gisela o Geno de OT.

Aunque lo de Polonia es jugar sobre seguro, es de reconocer que se trata de una candidatura muy bien construida que mejora sustanciablemente la turbulenta senda de los últimos años del que fue en el pasado la potencia (junior)eurovisiva por excelencia.

🇪🇸 6. España - Gonzalo Pinillos - Érase Una Vez (Once Upon A Time)

Ya me extendí largo y tendido aquí hablando sobre la candidatura española de este año. La delegación de RTVE sigue demostrando que tiene la sartén cogida por el mango, sirviendo una candidatura muy bien equilibrada y de bastante calidad tanto en lo musical como en lo visual. Érase Una Vez va sin ninguna duda a remolque de la senda que abrió la victoria georgiana en la pasada edición, con una canción muy teatral e interpretada, en la que sin duda lo que se puede ver en el videoclip insinúa una dirección artística muy potente en la actuación.

Como lo cortés no quita lo valiente, también es justo decir que la propuesta no parece en estudio tan impactante a primera escucha como podría ser para estar luchando por todo en el festival, cosa que no quita que aspire a rondar en torno a un muy digno quinto puesto. Los deberes pendientes de España para próximas ediciones es asumir más riesgo y darle un aire renovado a nuestras propuestas, que comienzan a parecer un escaparate del Corte Inglés.

🇬🇪 5. Georgia - Anita - Shine Like a Star

Georgia combina elementos que me llaman mucho y otros que me tiran un poco para atrás. Si bien balada, destaca respecto al gran grueso del año por impactante, bien presentada y ese aura de himno unificador que caracteriza la marca Eurovisión. Los que seguimos esto podemos oler a distancia cuando una canción lo tiene todo para convertirse en canónica de la marca y sin duda, esta la tiene. Quizá este sea el mayor problema que tengo con la candidatura, en la que todo parece milimétricamente medido y hecho para agradar en la competición.

En conjunto, no deja de parecer una segunda parte algo descafeinada de la masterpiece de I Believe de Mariam Bigvava, una de las mayores joyas de la historia reciente de Eurovisión Junior en mi opinión. Dicho lo cual, una victoria georgiana este año me molestaría mucho menos que la del año pasado en cuanto a gustos personales se refiere.

🇦🇱 4. Albania - Kroni Pula - Fruta Perime

Albania decidió gritar como una "verdulera" en esta edición sirviendo el que es sin duda el reseteo cultural de la temporada. Manda huevos que haya que tenido que venir el país con mayor densidad de baladas gritadas durante su trayectoria en el festival para servir disfrutonismo y taconismo en una edición musicalmente muerta. Todo en esta candidatura ha sido un no parar de sentir desde la actuación de la preselección nacional en una plaza de pueblo en pleno junio con un ejército de niñas colocadas en estanterías dándolo todo con la canción y otro montón de chavales sentados en puffs tratando de robar segundos de cámara mientras hacían lipsing for their lifes.

Cuando la fantasía no podía ser mayor llegó el videoclip, con coreografía capilar, looks de cowboys albanesas, coreografía de carretillas y caderazos para una canción cuya premisa es alabar las frutas y verduras. "Soporta Tu Puta" o "Quiero ser elegante como Rihanna" son algunos de los célebres versos que amenazan con tirar abajo el Palacio Olímpico de Tiflis el próximo mes de diciembre. Albania sin duda tendrá el voto tractorista que ya tuvo Sabela de OT en el festival junior o el de la propia Isabel Díaz Ayuso.

🇦🇲 3. Armenia - Albert - Brave Heart

Llegamos a la que es para muchos la ganadora segura de este festival. En lo que a mí respecta, tengo sentimientos encontrados con esta candidatura. No puedo comenzar el análisis sin lamentarme por no haber podido utilizar la carta comodín de la"Armenia bopona" precisamente en uno de los años que más la necesitábamos. Acostumbrados a entender a la perfección que en un festival infantil deben primar las canciones alegres, luminosas y bailables, me apena no poder contar con uno de los dancetracks cheffkiss que la delegación armenia acostumbra a servir edición tras edición. 

Entrando en la candidatura en sí, es objetivamente una propuesta de matrícula de honor y deliciosa tanto en lo musical como en lo visual. Claramente a caballo de la ganadora del año anterior, Armenia decidió estudiarse a dedillo la fórmula de To My Mum de Andria Putkaradze, mejorarla con un arrangement más épico y envolverla de una narrativa visual a unos niveles de brillantez nunca registrados en el festival hasta la fecha actual. Entrando en lo personal, estas canciones tan intensas para el JESC no son my cup of tea ya que creo que la propia audiencia target del festival no es capaz de conectar con ellas.

🇺🇦 2. Ucrania - Sofia Nersesian - Motanka

Menudo trienio de millones acumula Ucrania con sus últimas participaciones en el festival. Tras el diez técnico de la pasada edición con la milimétrica candidatura de Artem Kotenko, este año la delegación va un paso más allá con un explosivo hit que combina géneros como el pop, el dance, o la balada con elementos folk en una producción brillante. La actuación lo tiene todo: los looks, la facecard, los hairflips, los vocals y una cantante que como diría mi querida Massiel, echa raíces en cuanto sube al escenario.

Puede que el aspecto que hace que esta candidatura pueda estar supeditada a algo de duda es el directo sospechoso en según qué puntos del pase que vimos en la final nacional. Juzgando otros directo y viendo la tónica general de la gala, creo que es algo que se puede achacar a los dudosos medios técnicos del plató de la televisión ucraniana, por lo que habrá que esperar a ver a Sofia en el propio festival. Inciso más que necesario en que tal y como funciona el festival sería impensable ver una victoria ucraniana este año.

🇫🇷 1. Francia - Lou Deleuze - Ce monde

Que la canción de Francia saliera la segunda de entre todas las participantes de este año se sintió un poco como cuando conectas con la retransmisión de la Lotería de Navidad y Sandra Daviú y Blanca Benlloch dicen que "este año el Gordo ha sido muy madrugador". Aunque a efectos prácticos no apetezca nada una enésima victoria francesa (y que cierta señora con nombre de mamífero acuático utilice dicha celebración para hacer corruptelas, allegedly) si este es un festival serio, solo puedo decir "ooh, she´s taking it". Experimentando con el género balada por primera vez desde su debut, Francia demuestra como sabe jugar bien sus cartas en el festival no solo a través del género uptempo azucarado, sino con propuestas más lentas.

Ce Monde es sencilla pero criptónica. Aparentemente fácil de haber sido ejecutada (la sombra de Voilà de Barbara Pravi es muy larga) pero tremendamente difícil de ser replicable. Es una candidatura llena de contradicciones que me parece una pura delicia musical y artística. Aunque no veo a Francia ganando este año y tengo el presentimiento de que en el último momento otro país le meterá el gol por el larguero, siempre tendrá el mérito de haber sido mi canción favorita de la edición en estudio.




Con ganas de ver qué nos tiene preparado el propio festival, que se celebrará el próximo 13 de diciembre desde Tiflis, Georgia. Muchas cosas pueden cambiar con los directos, las puestas en escena y las votaciones. Estaremos expectantes en el cajón de sastre para comentar todo lo que suceda.