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Analizando los cambios del Benidorm Fest sin Eurovisión: alianza con Spotify, 150.00 euros de premio y la vuelta de la Sirenita de Oro

 

Tras la que fuese probablemente la edición más anodina y con regustillo a "Objetivo Eurovisión" de todas las que se recuerdan del certamen levantino, el Benidorm Fest resurge con fuerza de las cenizas de cara a 2026. Probablemente bajo la batuta de José PAPÁ López, la que fuera preselección eurovisiva busca consolidarse como festival español de la música con unos cambios más que notables y un nivel musical mejorado. La clave está ahora en distanciarse y diferenciarse de la marca Eurovisión, cada vez más pisoteada y enterrada en términos de imagen. ¿Logrará el Benidorm Fest ser atractivo sin el festival europeo de por medio?


La quinta edición de Benidorm Fest se celebrará, como viene siendo ya tradición, desde el Palau D´Esports L´Illa de Benidorm. Las dos semifinales y la final se llevarán a cabo los próximos días 10, 12 y 14 de febrero respectivamente. Entre las novedades, un premio en metálico para el ganador, asociaciones estratégicas con marcas como Univisión y Spotify o una final ampliada a 12 participantes, 4 más que de costumbre. Repasemos estos cambios y analicemos las 18 canciones de la edición.

No hay Eurovisión, ¿y ahora qué?

Ahora que el Benidorm Fest se queda huérfano del gran revulsivo que suponía el billete a Eurovisión, RTVE ha tenido que introducir nuevos incentivos para que lanzarse a la aventura alicantina siga siendo atractivo a ojos de artistas y compositores. El primer gran esfuerzo evidente es la introducción de un premio en metálico de 150.000 euros para el artista ganador y los compositores de la canción. Aún con cierto regustillo a talent show, es innegable que este premio puede representar una gran oportunidad de financiación para artistas independientes. Las duras condiciones de la industria musical y la inestabilidad para los artistas presuponen que el premio constituirá una gran lanzadera desde la que desarrollar los proyectos de artistas que no cuentan con el respaldo de grandes discográficas, dinamizando los nuevos talentos.


También se han desarrollado dos galardones paralelos con el objetivo de quitar el foco del festival como algo "finalista" y diversificándolo como un evento en el que todos ganan. Además del premio final se han desarrollado acuerdos de marca con Spotify y Univisión, que concederán sus propios galardones de forma independiente a la clasificación oficial del concurso. Esto hace que el modelo del Benidorm Fest se aleje de una convencional preselección eurovisiva y se acerque a algo similar a lo que lleva haciendo con gran éxito SanRemo durante años, o al menos lo intente.

Premios de la mano de Univisión y Spotify

Muy destacable es el convenio con Univisión, que junto con la presencia de artistas como Miranda! o María León dejan claro que el futuro del Benidorm Fest pasa por la retroalimentación con la industria musical latinoamericana. A los artistas españoles les debe suponer una oportunidad para abrir las puertas al mercado de LATAM así como artistas latinoamericanos deben ver el Benifest como una plataforma para darse a conocer en el mercado español. Así es por ejemplo como he podido descubrir el interesante proyecto musical de los Miranda!, un dúo que lleva desarrollando con gran éxito su carrera en Argentina con temazos como "Perfecta" o "Don".

Algo demodé sí veo que el premio Univisión consista en un viaje a Miami para grabar un single "con un prestigioso productor de proyección internacional". Podría ser perfectamente una frase dictada tal cual por Carlos Lozano en uno de los muchos talent shows casposos con maceteros en los decorados que se sucedía en la España dosmilera del Vale Music y el Caribe Mix. Este recurso está tan inventado que la propio Chanel Terrero ya hizo lo propio para escaquearse de actuar en la PreParty ES (y finalmente acudir), todo por volver con el emocionante verso "Y si me llamas loka, yo te saco el deo´" bajo el brazo. Habría que ver, por ejemplo, las caras de Miranda! o Funambulista entrando en el estudio con el prestigioso productor que ha compuesto para Jeniffer López o actuando en la sala de las escobas del estudio del programa matinal de Univisión para interpretar su single.

 

Sea como sea, aunque público general tienda a rasgarse las vestiduras y a pronosticar el peor de los desenlaces a causa de que el Benifest se haya distanciado de Eurovisión, muchos artistas esgrimen lo contrario. No creo que sea casualidad que justo el año en el que el billete a Eurovisión estaba en duda tengamos a artistas de renombre que no se veían desde la primera edición y un nivel musical alejado de la visión eurovisiva casposa y hortera de la industria. Declaraciones como la de Julia Medina respecto a su alegría de que Benidorm esté desvinculado de Eurovisión demuestran la necesidad de un espacio de visibilidad en prime time para los artistas españoles. En definitivas cuentas, con Israel en Eurovisión, ligar Benifest con festival eurovisivo puede ser un lastre más que una oportunidad.

Sí me parece muy positivo que el Benidorm Fest se alíe con marcas musicales potentes que pueden beneficiar al formato como es el caso de Spotify. La plataforma de streaming sueca es la realidad musical y un termómetro del impacto comercial de la música actual. Crear sinergias con la marca da credibilidad al formato como un verdadero festival musical. Claro está, que haberse dejado untar por marcas de aceites marroquíes podría haber sido más beneficioso más el bolsillo, pero ahí es donde está claro el que aspira a ser una plataforma musical y el que aspira a ser un chiringuito.

La esperada vuelta de la Sirenita de Oro

Imagen: David Revenga

También ha sido muy sonado el cambio del trofeo del Benidorm Fest, que recupera la famosa Sirenita de Oro del Festival de Benidorm clásico, devolviendo a las profundidades del océano (del que no debería haber salido nunca) al micrófono de bronce que se lleva usando estas cuatro primeras ediciones. Más allá del componente estético y trivial que esto pueda suponer, es una gran oportunidad de distanciarse de las referencias al Festival de Eurovisión y reconectar con los valores clásicos del Festival de Benidorm, mirando hacia adentro y construyendo una identidad propia. Recordemos que el micrófono de bronce era un guiño al clásico micrófono de cristal de Eurovisión, un galardón que el ganador suizo Nemo devolvió a la UER hace unas semanas en protesta por el rumbo del concurso.

Final ampliada a 12 participantes, ¿acierto o error?

El festival alicantino va a reforzar también la experiencia tanto para artistas como para benifans, que esperemos dejen las banderitas de España en casa y se tomen el Beniform Fest como lo que es, una oportunidad para celebrar nuestra música. El primer gran acierto que veo es la ampliación de 8 a 12 el número de finalistas en esta edición. Cada semifinal contará con 9 participantes, de los que 6 se clasificarán para la gran final del sábado. En años anteriores, solo 4 de los 9 participantes avanzaban a la gran final. A mí personalmente me parece un paso en la dirección correcta, no tenía sentido vender el Benidorm Fest como la gran plataforma de visibilidad musical del año cuando solo un 40% de los participantes aspiraban a tener más de una raquítica aparición en prime time un martes de febrero, marcando con suerte un 10% de share.

Siempre y cuando vaya acompañado de un nivel musical que lo haga justificable y no acabe siendo una sucesión de cacofonías "al babalá" (cosa que no ocurre este año), una final de gran formato debe ser sin duda la apuesta. Creo firmemente que el miedo a "quedarse en semis" puede haber estado siendo una de las diferentes reticencias de diferentes artistas consagrados para animarse a dar el paso al festival. Ahora que solo 3 de 9 candidaturas se quedarán en cada semifinal el riesgo disminuye notablemente. A partir de ahora, las semifinales se centrarán en la emoción de ver cómo funcionan en escena cada una de las canciones, llevando los "eurodramas" de shock NQ a un segundo plano. Ahora que 12 candidaturas avanzarán a la final también es posible afirmar que el sábado será mucho más abierto y emocionante que de costumbre, con cualquiera pudiendo ser un ganador en el último momento.

Mi única duda, sobretodo dado que conozco de primera mano como es la realidad a pie de estadio del Benidorm Fest, es cómo va a funcionar tener una final de 12 participantes a nivel de producción. Es una apuesta muy ambiciosa... Tengo curiosidad por ver cómo el equipo de producción acogerá a 12 delegaciones en el polideportivo de Benidorm y cómo se cuadrarán los calendarios de ensayos. Con 8 participantes ya era todo un encaje de bolillos. Con 12, no me lo quiero ni imaginar.

La experiencia durante la semana del festival se reforzará

También es interesente el "step forward" que el Benidorm Fest va a dar en cuanto a la experiencia del público. Se ha aumentado el aforo gracias a un diseño pentagonal del escenario más abierto y que se sentirá muy arropado por el público. Aunque prácticamente se ha doblado el precio de las entradas, creo que la calidad del show, el incremento del número de participantes y el cartel atractivo de los artistas de este año valen la pena. Hay que recordar también que la productora de este año es nueva, con Sold Out (Eurovisión Junior 2024) sustituyendo a Boomerang TV, por lo que puede que este movimiento tenga que ver con los cambios. Como puntos positivos, cada persona del público recibiremos un disco recopilatorio de las canciones del año con la entrada, reforzando la imagen de festival musical en detrimento de público de plató de televisión. También habrán actos adicionales durante la semana en Benidorm como una inauguración en el centro cultural o una firma de discos. El tradicional Tapa Fest se mantiene.

Quiero precisamente hacer un inciso en la idea de organizar una firma de discos cual Operación Triunfo de la vida. Aunque bienintencionada y divertida, creo que la propuesta puede ciertamente amateurizar el festival y deslucirlo si la intención es atraer a artistas consagrados. No me imagino, y perdonad mi franqueza, a Aitana firmando discos del concurso a los miembros de OGAE España sentada en un taburete junto a otro concursante con nombre de mueble del IKEA y con 236 oyentes mensuales en Spotify. Mismamente en esta edición, me sorprende que Miranda! o Funambulista se presten a este circo. Al igual que en pasadas ediciones he considerado una "vehemencia" (Amaia Montero dixit) que los ganadores del concurso tuvieran que ir de la manita de la directora de comunicación de RTVE a la carroza del orgullo, a la cabalgata de reyes o al festival drag de Las Palmas.

Sold Out y Sergio Jaén subirán la calidad visual del evento

También de valorar son los esfuerzos por profesionalizar las galas, cuyos estándares de producción me hicieron desconectar del festival tras la catastrófica primera semifinal. Presentadoras más tiesas que la mojama, un guión ridículo, baja calidad de imagen, sonido muy discutible, un escenario que quedaba fatal en pantalla... Parece ser que todo esto dará un salto cualitativo este año con Sold Out al timón. De momento ya se ha confirmado que por fin y tras muchos aplazamientos, el festival se producirá en UHD este año. También el fichaje de Jesús Vázquez como figura central del plantel de presentadores le dará credibilidad y profesionalidad al certamen. La apuesta por Javier Ambrossi y Lalachus le darán el empaque de gran evento que le faltaba a Benidorm a imagen y semejanza de otros festivales como los Goya. La apuesta por Inés Hernand representa la conexión y el guiño por los orígenes del festival, que también muchas cosas buenas nos han dejado.

Además de todos estos aspectos, que parece que tras el buen resultado de Sold Out con Eurovisión Junior 2024 serán corregidos, hay otra gran baza: el director artístico. Ni más ni menos que el gran Sergio Jaén será el encargado de dar sentido visual a las galas y a las actuaciones de la noche. Todas menos una, la del triunfito Álvaro Mayo, que vendrá de la mano de Borja Rueda para dar vida a "Tócame" sobre el escenario. El que escenografiara Wasted Love, Ich Komme o Doomsday Blue es una de las máximas promesas de las dirección artística de todo el continente. Con él llevando la batuta, podemos presuponer que el Benidorm Fest será un BOP en el sentido del gusto visual, una asignatura pendiente en la televisión española pero que gracias a los esfuerzos de RTVE está reivindicando su espacio.

Un Benidorm Fest con regusto a primera edición

Finalmente, cabe destacar que los artistas y las propuestas por las que ha apostado el comité de selección, cuyos miembros todavía se desconocen, se alejan de los clichés de anteriores ediciones. Esta vez contamos con una calidad vocal y diversidad musical muy frescas y diferenciadas del pop genérico, inofensivo y de radio fórmula de costumbre. Propuestas más propias de SanRemo o Festival Da Cançao como la de Dora y Marlon Collins o Funambulista hubieran sido impensables en ediciones pasadas. Además, todas estas propuestas gozarán de un reparto de los ingresos por derechos de autor mucho más justo, rebajando el % que se lleva RTVE. Os emplazo a una futura entrega para poder desgranar musicalmente cada propuesta.

En definitiva, después del hastío que me produjo el Benidorm Fest 2025 a todos los niveles, los cambios que ha propuesto RTVE hacen que volverse a ilusionar con la marca sea algo razonable. Habrá que esperar a febrero para ver cómo todos estos cambios se materializan, pero por lo pronto, no habrá que esperar "a los directos a las puestas en escena" para tener garantías de que esto puede funcionar. Creo que se vienen años de bonanza para el formato, que no vislumbraba un horizonte tan claro desde que Amalia Martínez de Velasco empuñase el micrófono desde el Paseo de Tamarindos el 22 de julio de 2021.