Parque Warner presenta "Stranger Things: The Ride" en colaboración con Netflix y la Comunidad de Madrid

Terremoto institucional en San Martín de la Vega. Tal y como ha podido conocer en exclusiva Perdidos En La Odisea, Parque Warner Madrid está a punto de ejecutar el rebranding más polémico y ambicioso de su historia. La Comunidad de Madrid, en su incansable cruzada por poner el sello de la región hasta en la sopa (o en los bocatas de calamares), ha llegado a un acuerdo con Netflix y Parques Reunidos para "intervenir" la mítica montaña rusa Superman. Se trata de un acuerdo en el marco de la incipiente compra del gigante del streaming a Warner Bros.

El motivo oficial, según fuentes de la Puerta del Sol, es que "la capa roja y los calzoncillos por fuera tenían unas connotaciones bolivarianas que no casan con el Madrid de las terrazas". Por ello, a partir de la temporada 2025, el Hombre de Acero hará las maletas para dejar paso a "Stranger Things: The Freedom Ride". Se tratará de un esfuerzo de La Comunidad de Madrid por seguir haciendo patrocinios institucionales hasta con el agua de los jarrones, siguiendo la estela de la estación Sol Galaxy Note o la línea Stonewashed Blue del Metro de Madrid.

El "Upside Down" es el comunismo

El nuevo storytelling de la atracción, diseñado por un comité de expertos liderado por Nacho Cano y Mario Vaquerizo, propondrá a los visitantes un viaje al "Mundo del Revés" (The Upside Down). Pero ojo al giro de guion: en esta versión, el monstruo no es el Demogorgon, sino "el comunismo", y el mundo oscuro es un distopía sin libertad donde no puedes tomarte una caña a las 3 de la tarde. Las colas de la atracción pondrán en contexto a los pasajeros, llevándoles a lugares tan hostiles como el número 70 de la calle Ferraz, el plató de La Hora de la 1 o al centro de Caracas.

Para adaptar la atracción a la nueva normativa de "Libertad", la manufacturadora suiza B&M ha tenido que realizar modificaciones estructurales de urgencia en el layout. Se han eliminado todos los giros a la izquierda. "Era una cuestión de principios", aseguran desde la consejería de Turismo. "A partir de ahora, el tren solo girará a la derecha, y el loop principal ha sido rediseñado para que dibuje en el cielo la silueta del oso y el madroño, animal muy madrileño y mucho madrileño".

Arneses de pago y "me gusta la fruta"

Pero la verdadera innovación —o el verdadero terror, según se mire— llega en la operativa. En un alarde de capitalismo salvaje meritocracia, los nuevos trenes floorless incorporarán una ranura para monedas de 50 céntimos en cada arnés. La mecánica es sencilla: la atracción es gratis (¡Libertad!), pero si quieres que el arnés se abra al llegar a la estación, tendrás que introducir los 50 céntimos. "Es el modelo de negocio definitivo. Fomenta la cultura del esfuerzo y el ahorro. Si no llevas suelto, te damos otra vuelta hasta que te lo ganes", apuntan los responsables.

Además, en la zona de frenos finales, una cámara on-ride te sacará una foto y, mediante Inteligencia Artificial, te pondrá una camiseta con el lema "Me gusta la fruta". Representantes de Parque Warner han asentido visiblemente felices y emocionados a todas las declaraciones de la Consejería de Turismo de Madrid en el acto de presentación. Respondiendo a las preguntas de los periodistas sobre el por qué de esta decisión, esgriman que la renovación de la concesión del Parque de Atracciones de Madrid está a la vuelta de la esquina.

Tala masiva y Premier VIP para influencers

Para la gran inauguración, el parque ha procedido a talar todos los árboles de la zona de Superhéroes. "Los árboles dan sombra, y la sombra fomenta la vagancia. Queremos que el sol de Madrid pegue fuerte, que curtan la piel del emprendedor y dinamicen el comercio local reforzando la venta de batidos en el Starbucks de la salida", reza el comunicado oficial. El asfalto ha sido sustituido por una nueva aleación que alcanza los 60 grados en agosto, ideal para freír huevos fritos, fenómeno físico con el que los reporteros de Madrid Directo tendrán contenido de sobra para rellenar todas sus conexiones de agosto.

La Premier VIP ha sido, como no podía ser de otra manera, el epítome de la jet set madrileña. Un photocall kilométrico por el que han desfilado todas las influencers apellidadas Pombo, Carmen Lomana y la última generación de concursantes de OT y Chayo Mohedano. Nadie se subió a la atracción, por supuesto. El evento consistió en hacer tres horas de cola para posar ante la prensa gráfica en una lona de 3x2 ante las cámaras de Fórmula TV y Europa Press.

Entre los invitados, se pudo ver a Samantha Hudson e Inés Hernand intentando exorcizar la atracción con agua bendita y a Terelu Campos preguntando si en el vagón se podía comer una porra.

Seguiremos informando de este delirio. De momento, no es más que una inocente fantasía. ¡Feliz 28 de diciembre!