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The Yellow Strap Trip: Viaje a Disneyland París 2025 - REVIEW Día 3

 


Saco un huequito para terminar de cerrar este report trip tan especial de mi último viaje a Disneyland París. El Yellow Strap Trip acaba con el último y fugaz día en los parques y el amargo retorno a casa. Una última jornada sin mucho más por ofrecer pero que me dejó anécdotas dignas de mención y la peor atracción de todo el complejo, a la que ya tendré tiempo de destripar durante este capítulo de review. 


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DÍA 3 - 2 DE FEBRERO


Así con todo tras la acumulación de sueño, agotamiento, estrés y malestar de tripa de la noche anterior (al parecer son los efectos colaterales de la victoria de Esa Diva en el BF) me levanté completamente lúcido y con energías completamente renovadas. Tanto que me anticipé al despertador y comencé la amarga tarea de volver a empacar todas las maletas y mochilas sabiendo que en unas horas estaríamos de vuelta en España. Aprovechamos los últimos minutos dentro de la habitación, que tan poco habíamos pisado durante los tres días de estancia pero que había servido de nuestro refugio. Para lo que se puede pedir a una habitación standard no había queja posible. Lo principal: la calefacción funcionaba de sobresaliente y teniendo en cuenta el frío invernal parisino podíamos dormir a pierna suelta sin taparnos siquiera con el edredón. No será el Sequoia el hotel que ofrezca habitaciones más tematizadas, pero la sensación de inmersión en medio de un bosque frondoso y recogido y unas vistas fantásticas desde la ventana los suplían con creces. Después la limpieza, la amplitud (se nota mucho el upgrade respecto a los hoteles value), la gran bañera y el mantenimiento estuvieron de sobresaliente.



 Pasear por los caminos que unían nuestro lodge hasta el edificio principal por las mañanas se sentía de verdad como estar caminando por los alrededores de un alojamiento rural de alta montaña. Os aconsejo que a la hora de hacer la reserva en este hotel solicitéis que os den habitación en el Yellowstone Lodge. Para poneros en contexto, las habitaciones standard no se ubican en el gran bloque principal, sino en "lodges" independientes accesibles a través de unos caminos exteriores. El Yellowstone Lodge os dará el mejor equilibrio entre tranquilidad y cercanía al vial que va a los parques, a la piscina y al edificio principal. Si os podéis permitir una Golden Forest Club (las habitaciones VIP), pues mejor aún. Estaréis en el centro de todo en el bloque principal y tendréis zona lounge privada y desayuno especial.


Hablando del desayuno especial del Golden Forest estuvimos a punto de cagarla el día de salida. En el mapa que nos dieron el primer día nos indicaron a boli que en la planta de arriba también se servía desayuno, lo que no sabíamos es que no era para las standard. Algo ya nos olíamos cuando vimos que a diferencia del día anterior no había ni cristo en la cola para entrar al restaurante. Cuando vimos jarras de smoothies naturales, servilletas de tela en las mesas y una colección mucho más grande de platos calientes nuestras sospechas se confirmaron. Ya sentados en la mesa nos disculpamos con el camarero por la confusión y bajamos a la planta de los "plebeyos". Una vez desayunados volvimos a la habitación para ultimar los detalles del equipaje y revisar no habernos dejado nada. 


Dejamos las cosas en las consignas y nos aventuramos hacia los parques. El día se presentaba cortito y sin grandes alicientes más allá de repetir en lo que se pudiera dentro del contexto de la gran afluencia que iba a haber al ser domingo. Yo me iría a las 17:30h para coger el TGV de vuelta a Charles De Gaulle y coger mi vuelo. Thiago se quedaría unas horitas más porque su vuelo a Barcelona volvía más tarde. Con todo, no disfrutaríamos de las verdaderas Extra Magic Hours del parque, que son las comprendidas desde el desfile de carrozas de la tarde hasta el cierre. En estas horas guardo los mejores momentos del viaje. Horas en las que el attendance se vaciaba sustancialmente y las colas eran casi nulas, en muchos casos "to go rides". Además la sensación de pasear por los viales sin gente, de noche y con la iluminación nocturna era mágica.


ÚLTIMOS COLETAZOS EN LOS STUDIOS


En Disneyland Park no había nada especialmente interesante que nos quedara pendiente. Queríamos haber hecho It´s A Small World y Blancanieves, pero habiendo riddeado Pinocho y Peter Pan tampoco era un sacrilegio inmanejable. De querer hacer las dos primeras tendríamos que sacrificar valiosos minutos en un día excesivamente corto. Tiramos para los Studios, que pese a ser temáticamente deficiente ofrece agunas de las atracciones más interesante para nuestro target de todo el resort. Tiramos para los WEB Slingers, cuya cola single marcaba unos escasos 10 minutos. Tiempo de espera que acabaría siendo "de tarde", pues finalmente hicimos una horaza. Tampoco había mucho que lamentar, el panorama global del parque era ese. Destacar como fun fact que a Thiago y a mí no solo no nos tocó en el mismo vehículo, sino sentados uno al lado del otro. Me encantó también la forma en la que incluyen a los visitantes single en el pre show.  En cada pase metían a unas 10 personas de la cola a través de un camino paralelo separado del grupo general pero que igualmente ofrece plena visibilidad.

La salida de la atracción nos introdujo de lleno en lo más profundo del Avengers Campus, una área que mi afinidad personal nunca me habría llevado a explorar a fondo. En esta parte trasera y algo más escondida se ubica el que dicen es el mejor restaurante de comida rápida del resort, Stark´s Factory. Tematizado como el comedor de la academia de OT por dentro, ofrece pizzas y pastas que sobresalen en calidad y emplatado respecto a otros homólogos. Dentro de la brutalista y a la vez etérea arquitectura de la zona también encontramos a Hero Training Center, oculto bajo un pabellón de vidrio y acero. Aunque no lo hicimos por falta de tiempo y porque los superhéroes me la traen al pairo , al parecer era una especia de meet & greet con personajes de Marvel previa reserva de plaza a través de la app oficial. Nada interesante salvo el curioso movimiento de testear el funcionamiento de las colas virtuales en el contexto del resort parisino. ¿Veremos su uso extendido en el futuro como parte de las operativas?



Hicimos un nuevo pase en The Twilight Tower of Terror. Esta vez nos tocó en un ascensor diferente respecto al que riddeamos el día anterior. Aunque los cambios son imperceptibles, oficialmente la versión actual de la atracción afirma a que hay "una historia completamente distinta" en cada uno de los tres ascensores. Con la torre central fuera de servicio (al parecer esto es frecuente), vimos en los ascensores izquierdo y derecho ciclos prácticamente clónicos, diferenciados por pequeños cambios de diálogo y algunos movimientos del ciclo. De haber sido puestas en escena de Eurovisión, las 3 historias diferenciadas habrían sido la actuación de Blas Cantó en Destino Eurovisión, el live on tape homónimo y la actuación en la final de Rotterdam. Reproches aparte, la atracción se reconfirmó durante el segundo ciclo como mi favorita absoluta de todo el viaje. Una delicia.



EL SALMÓN A LA MENIER DE PLAZA GARDENS, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD


Ya era casi la hora de nuestra reserva en el buffet Plaza Gardens y decidimos matar el poco tiempo que quedaba haciendo algo de tiendeo. Me llevé una gran decepción. Iba en predisposición de soltar dineros a merchandasing vintage, original y friki de atracciones y me encontré con productos en su mayoría muy genéricos y IDGAF War. Todo eran botellas, diademas, tazas y camisetas con los dibujos y diseños más "uninspiring" y aburridos que podrían haberse hecho. Tras un exhaustivo rastreo por más de media decena de tiendas la pieza de merchan más salvable que conseguí rescatar para traerme a España fue el gorro de bellman de ToT que ya os mostré en la entrada anterior. Hace meses me saltó por twitter una nueva cantimplora con la gárgola de Phantom Manor entallada a modo de tapón. Una puta pasada, que pena que una vez en el parque no viera ni rastro de este artículo ni de cualquiera que se acercase a ese gusto e ingenio temático.


Llegamos al Plaza Gardens, probablemente el buffet más "rancho" de todos los parques del resort. Al contrario que homólogos como Agrabah Café o PYM Kitchen, no tiene una gastronomía o temática hilada claramente especificadas. Es un restaurante contenedor con gran capacidad capaz de servir a mucha gente al mismo tiempo, de hecho la zona de buffet está duplicada para poder maximizar la capacidad de los comensales. No por empezar a notar las costuras del paso del tiempo o por su genérica premisa deja de ser tremendamente efectivo, teniendo el que en mi opinión es sin ninguna duda el mejor plato de todos los buffets del resort. El salmón a la menier (salmón frito en salsa de mantequilla) ya me conquistó cuando visité el parque con 13 años, pero ahora me ha sabido incluso mejor. No me cansé de repetir trozos y trozos de pescado con esa deliciosa salsa y trozos de gajos fritos de patata. Sin grandes florituras y con algo menos de variedad, me pareció gastronómicamente superior a la comida del día anterior en los Studios. No os olvidéis de probar los crepes de postre con la silueta de Mickey Mouse impresa con azúcar glass. Os lo hacen allí mismo y os da para foto para postu en insta (que yo no hice).



CARS ROAD TRIP (DE TARDE)


Tras la copiosa comida dimos marcha atrás sobre nuestros pasos para probar la única atracción major que nos quedaba en nuestra bucket list y que no pudimos hacer en el día anterior. Se trataba de Cars Road Trip, en Walt Disney Studios. No iba con las expectativas muy altas. Sabía que esta atracción era un parche temporal con un overlay rápido para cubrir el expediente, pero como mínimo esperaba algo efectivo y resultón. Antiguamente esta atracción era una de las pocas atracciones major que poseían los Studios y tenía el doble de extensión de recorrido. Se trataba en esencia de un recorrido a bordo de un tranvía por distintos escenarios de rodaje y el backstage de películas, mostrando efectos especiales y trucos del universo del cine. Como acostumbra a suceder en el resort parisino, era una adaptación descafeinada del magistral Backlot Studio Tour de los por aquel entonces MGM Studios Orlando. En su versión original, bautizada como Studio Tram Tour, los mayores reclamos del recorrido eran Catastrophe Canyon (escena que se mantiene en la actualidad) y una escena ya extinta de la película Reign Of Fire. En esta parte del recorrido se recreaba una calle de Londres devastada y la llamarada de fuego de un dragón. Este efecto era tan potente que se decía cuando estaba en marcha era capaz de escucharse desde todos los rincones del parque (cosa tampoco muy difícil teniendo en cuenta su raquítico tamaño).



Con el inicio de las obras de la expansión de los Studios la atracción fue modificada, reduciendo su recorrido a la mitad y cambiando su premisa temática. Nunca fue una atracción especialmente prodigiosa, pero al menos era un pack cohesionado y con sentido. Las pantallas del tranvía se coordinaban con las escenas explicando datos extra, el origen de las piezas de atrezzo del recorrido o la forma en la que se generaban los efectos especiales que se veían. Ocupaba mucho espacio para lo que era, pero dentro del contexto del parque tenía sentido con su temática y sobretodo ejercía de atracción contenedor, teniendo entretenidos a cientos de visitantes por ciclo con unos interminables 30 minutos. En la versión actual, tematizada en Cars, solo queda el Catastrophe Canyon en pie. Esta escena, que aunque sea por el imaginario colectivo del parquerismo español debe sonarte, recrea la explosión y el inundamiento de un cañón desértico con efectos de agua, fuego, sonido y movimiento. Una experiencia muy orgánica de poca duración impactante en su año de apertura pero que se queda corta en el contexto actual, en el que cada vez estamos más insensibilizados. Parafraseando al gran Jivo de Bloggercoaster, esta impactante escena donde para cada ciclo se necesitaban miles y miles de litros de agua (reciclada), responde simplemente al afán de observación e inquietud del público respecto a fenómenos y tragedias naturales, desde una posición en primera persona pero segura. 

La desgana es tal que a mitad de la ride las pantallas se fueron de viaje



Si la que se supone que es la parte estrella de la atracción ya comienza a "hacer aguas" en pleno 2025, el resto de ride es una verdadera broma de mal gusto. Tras acceder por un by pass mal planteado que me retrotrae a la nefasta organización de viales SA-Angkor-China, accedemos a un gran tranvía equipado con pantallas. Cuando nuestro convoy arranca serpenteamos una carretera con props tímidamente colocados entre la vasta extensión de arbustos. Los personajes de Cars nos anticipan una excitante aventura por las majestuosidades de la Ruta 66. Premisa que chirría por el único y nada desdeñable impedimento de que estaos a bordo de un tranvía que avanza a menos de 10 kilómetros por hora. Algunos de los monumentos que visitaremos serán "el mapa más grande del mundo" (un edificio del backstage forrado con una lona serigrafiada gigante) o "la llave inglesa más pesada nunca vista" (un trozos de corchopán tirado a un lado de la carretera). Una vez pasado el Catastrophe Canyon, único punto de interés mínimamente real de la atracción, pasamos por junto una Torre Eiffel hecha de ruedas de coche. No daba crédito de que una atracción tan "camp" estuviera en servicio dentro de un parque Disney y hubiera pasado los filtros previos. No se acerca a los estándares mínimos de calidad que sí vemos en el resto de resort. Como contrapunto, os echaréis unas buenas risas y fliparéis hasta el punto de sinvergonzonería con el que os intentarán vender pulpo por animal de compañía. El consuelo es que no es ningún secreto que se desharán de esta atracción en cuanto abran las primeras expansiones de Disney Adventure World. En el momento que atraviesa el parque no es momento para cargarse una atracción comepersonas y reducir más oferta. El resto de parque se colapsaría más y la oferta sería incluso más pequeña para los clientes. Con la nueva flat de Tangled y el flume ride de Frozen supongo que será el momento de jubilar una atracción que ya debió haberlo hecho mucho antes. Además ocupa un muy valioso espacio que podría ser aprovechado para otra nueva land.


UN HOT DOG DE 50 EUROS Y... CAMPANA Y SE ACABÓ


Tras este mal último sabor de boca tocaba el amargo momento de la despedida. El reloj empezaba a apretar y era el momento de empezar a hacer las últimas gestiones antes de iniciar el camino de vuelta a España. Cruzamos al parque madre para despedirnos (Thiago seguiría dos horas más en el parque) y para aprovechar el cupón de comida que no disfruté la noche anterior para llevarme algo de cena al aeropuerto. Por cercanía a la entrada y logística no me quedó otra que gastar el cupón plus en el quick service de Casey´s Corner, probablemente el más genérico del resort junto con Hyperion Café. Debe de ser el hot dog con patatas y bebida que más caro me ha salido en mi vida. 52,50 euros de valor monetario de cupón en un bocadillo, guarnición y un botellín de agua. Me consolé hasta llegar a casa pensando que de no haberlo amortizado ahí el dinero habría ido directamente a la basura. Vestido con mi gorro de ToT y con la bolsa de la al parecer valiosísima cena através el Village hasta llegar al hotel por última vez. Sin mayor complicación recogí el equipaje y me dispuse a llegar hasta la estación de Maneé La Vallé. Rápidamente vi que mi tren ya aparecía en la cartelería electrónica y descendí hasta el andén correspondiente. Fácil, cómodo y puntual.





Una vez el Ouigo me dejó de nuevo en Charles De Gaulle repetí el proceso del día de llegada a la inversa y me dispuse a dejarme caer en una de las sillas de la sala de espera de la tercermundista terminal 3. Me separaron casi dos horas hasta poder hacer el control de seguridad que se pasaron volando por el cansancio que llevaba encima. Aunque fría y reblandecida, la cena me supo a verdadera gloria. Para la próxima apuraré algo más el momento de coger el tren de vuelta, pero al ser la primera vez prefería ir con tiempo para no pillarme los dedos y buscar alternativas para llegar a tiempo al avión si algún paso se torcía. Dentro la terminal de autobuses de capital de provincia del aeropuerto cargué el móvil y llegué pronto para ser de los primeros en realizar el embarque. Puntual y con la corriente a favor el avión llegó en menos tiempo incluso de lo que estaba anunciado inicialmente en el itinerario. 





Aunque con una más que evidente resaca emocional, me emocionaba al volver a pisar suelo español. Era mi primer viaje a un país extranjero por mi cuenta y bajo mi responsabilidad y era un alivio ver que todo había salido bien. Tenía muchas ganas de volver a ver a mi familia y empezar a recomponer todos los recuerdos. Habían sido unos días mágicos, en los que había sentido de todo y me había distanciado de un montón de problemas y preocupaciones. Lo que vendrían los siguientes días serían toneladas de resaca emocional. Necesitaba volver cuanto antes o seguir explorando parques.





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Ya para terminar os dejo un video casero editado de la forma más chunga posible y con intencionalidad puramente personal por si queréis ver material gráfico del viaje de una forma condensada. Muchas gracias por haberme leído y acompañado por los tres capítulos espacial de este "Yellow Strap Tour" de 2025. ¿Qué aventuras me deparará el futuro?